Capítulo #22

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Jennie despertó temprano y se dirigió al baño para tomar una ducha, tenía en mente usar un elegante traje blanco de saco y falda Chanel.

Mientras se duchaba, Jennie no podía dejar de pensar en Lisa. Habían pasado horas desde su último intento de contacto y aún no había recibido respuesta. Se sentía un poco preocupada, pero intentó calmarse pensando que Lisa probablemente estaba ocupada.

Después de la ducha, Jennie se vistió con el traje Chanel que había elegido. Se miró en el espejo y se ajustó el cabello, satisfecha con su reflejo. Estaba a punto de salir cuando recordó que aún no había recibido respuesta de Lisa.

Sacó su celular y envió otro mensaje: "¿Estás bien? Estoy empezando a preocuparme. Llámame cuando puedas".

Jennie se dirigió a la cocina para preparar un café antes de salir, pero su mente seguía en Lisa y la extraña falta de respuesta.

Un mensaje llegó de parte de Lisa. "Estoy bien, te amo".

Jennie se extrañó de no recibir una llamada, generalmente su amada prefería llamadas a textos, así le coqueteaba diciéndole lo dulce que era oír su voz.

Jennie sonrió al leer el mensaje de Lisa, pero su extrañeza no se disipó. Era cierto que Lisa prefería llamadas a mensajes de texto, y siempre encontraba excusas para escuchar su voz. La brevedad del mensaje y la falta de su habitual ternura la hicieron sentir un poco intranquila.

"¿Estás segura que estás bien?", respondió Jennie, intentando sonar juguetona pero con un toque de preocupación. "Me extraña que no me hayas llamado. ¿Pasa algo?"

Jennie se sentó en el sofá, con el café en la mano, esperando ansiosa una respuesta de Lisa. Su instinto le decía que algo no estaba del todo bien.

"Estoy bien, un poco cansada" recibió el mensaje del número de Lisa.

Jennie frunció el ceño ligeramente. La respuesta de Lisa parecía demasiado breve, demasiado formal. No era típico de Lisa ser tan concisa y reservada.

"¿Cansada? ¿Qué pasó?", preguntó Jennie, intentando sonsacar más información. "¿Quieres que vaya a buscarte? Estoy libre hoy".

Jennie se levantó del sofá y comenzó a caminar por la habitación, sintiendo una creciente inquietud. Algo no estaba bien. Lisa no estaba siendo ella misma.

"No, estoy bien".

Jennie se detuvo en su camino, mirando fijamente el mensaje en su celular. La ausencia de apodos cariñosos y la brevedad de la respuesta la hicieron sentir una alarmante sensación de distancia.

"¿Lisa, estás segura que todo está bien?", preguntó Jennie, esta vez con una nota de preocupación más marcada. "Me parece que algo te está pasando. ¿Puedo hacer algo por ti?"

Jennie se sentó de nuevo en el sofá, su mente empezando a imaginar escenarios preocupantes. La falta de respuesta emocional de Lisa la estaba asustando. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Lisa no se estaba comportando como siempre?

Tenían la cita en el juzgado para la boda, tal vez Lisa estaba nerviosa, su falta de romanticismo extrañaba a Jennie.

Un mensaje nuevo llegó del teléfono de Lisa para Jennie.

"Estoy, bien, gracias".

Jennie suspiró, sintiendo una mezcla de alivio y frustración. La brevedad y formalidad de los mensajes de Lisa la estaban desconcertando. ¿Dónde estaba la Lisa apasionada y cariñosa que conocía?

"¿Nerviosa por la boda?", preguntó Jennie, intentando encontrar una explicación lógica para el comportamiento de Lisa. "Estoy aquí para ti, mi amor. Todo saldrá bien".

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