Capítulo #7

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Lisa llegaba a la oficina en un horario más temprano que el suyo. Necesitaba organizar todo si deseaba renunciar de una vez por todas.

Al entrar a su oficina, se preparó para trabajar en revisar como estaban los números en el sistema. Todo se miraba en orden, demasiado perfecto para ser verdad, no parecía normal.

Era sospechoso, así que llamó por teléfono a la franquicia de París. No había podido evitar sentir curiosidad de indagar un poco.

— Hola, habla Lisa. — saludó. — ¿Puedes mandarme los libros de contabilidad? — preguntó.

El encargado aceptó y prometió hacerlo al instante. Cuando los libros llegaron en formato de escaneo por correo electrónico.

Con detenimiento leyó los libros y los comparó con el sistema. Sí, allí estaba el error. La discrepancia era enorme, el planteamiento que había en el sistema y en los libros era diferente.

Lisa se levantó de su asiento pensando detenidamente que estaba pasando. Sin decir nada más, salió de su oficina y se dirigió con el contador de la empresa para verificar sí los números de la matriz estaban bien.

Al llegar a la oficina del contador, le habló del asunto. El contador se puso a verificar los libros y no encontró nada de que preocuparse.

La matriz estaba en orden, sin rastro de haber algo que fuese sospechoso.

— Señor Tim. No tiene sentido. — Comentó Lisa jugando con una pequeña pelota antiestrés.

El contador alzó los hombros confundido.
— Usted lo vió, señorita Manobal. Los números son sólidos tanto en los libros como en el sistema. — comentó Tim.

Lisa asintió analizando la situación. — ¿Y por qué los números de Francia no coinciden?

—Eso es un buen punto —dijo Tim, frunciendo el ceño—. No entiendo por qué habría una discrepancia tan grande entre los números de la matriz y los de la franquicia de París.

Lisa apretó la pelota de estrés, pensando intensamente.

—Necesitamos investigar más a fondo —dijo Lisa—. ¿Podría verificar los registros de transferencias financieras entre la matriz y la franquicia de París?

Tim asintió y comenzó a trabajar en su computadora.

—Voy a revisar los registros de los últimos seis meses —dijo Tim—. Si hay algo sospechoso, deberíamos poder encontrarlo.

Mientras Tim trabajaba, Lisa se paseó por la oficina, pensando en las posibles explicaciones para la discrepancia. ¿Podría ser un error humano? ¿O algo más siniestro?

Después de unos minutos, Tim se detuvo y miró a Lisa con una expresión seria.

—Encontré algo —dijo Tim—. Hay una serie de transferencias financieras no registradas entre la matriz y la franquicia de París. No están reflejadas en los libros de contabilidad.

Lisa se detuvo en seco, su corazón latiendo más rápido.

—¿Qué significa eso? —preguntó Lisa, su voz baja y tensa.

Tim se inclinó hacia adelante.

—Significa que alguien está ocultando dinero —dijo Tim—. Y creo que no sabemos quién podría ser.

— ¿Y ese dinero a dónde se fue? — preguntó Lisa. — ¿Hay registro de salida?

Tim ajustó sus lentes, su bigote blanco sobre sus labios se movía cuando hacía un gesto de confusión. — Ese dinero se está usando para pagar nóminas, además de la propuesta que usted hizo al hacer de la sucursal de Francia; una nueva matriz.

La ContrapropuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora