Capítulo #21

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Jennie había llegado a su departamento, se preparó una ducha caliente para liberar el estrés del momento, el agua caliente era deliciosa y ayudaba con todo lo que había pasado.

Pero entonces se imaginó a Lisa detrás de ella, se imaginó sus besos en su cuello, sus suaves manos enjabonando su cuerpo.

Jennie cerró los ojos y se permitió sumergirse en la fantasía. El agua caliente parecía envolverla en un abrazo sensual, y la imagen de Lisa detrás de ella era casi tangible. Se imaginó los labios de Lisa besando su cuello, sintiendo el calor de su aliento en su piel.

Su mente comenzó a crear una escena vívida: Lisa acercándose a ella, sus manos suaves y cálidas enjabonando su cuerpo, explorando cada curva y contorno. Jennie se estremeció al imaginar los dedos de Lisa trazando líneas de fuego en su piel.

El agua caliente parecía intensificar la sensación, y Jennie se sintió envuelta en una nube de deseo. Su corazón latía más rápido, y su respiración se volvió más superficial. Se imaginó girándose hacia Lisa, buscando sus labios en un beso apasionado.

De repente, Jennie se dio cuenta de que estaba sola en la ducha, pero la imagen de Lisa seguía vívida en su mente. Sonrió, sabiendo que pronto estaría con la mujer que amaba, y que su fantasía se convertiría en realidad.

Cuando la ducha terminó, Jennie se vistió y se durmió completamente.

Su mente la traicionó de nuevo, y pudo sentir los labios de Lisa en su mandíbula. Su aliento cálido chocando con su piel.

La mano de Lisa descendió a su muslo, y con esa caricia lenta llegó a su cintura.

- ¿Te gustaría que bese tu cuello? - preguntó la rubia. Y sin perder tiempo; comenzó a besarla. Los besos húmedos de Lisa acariciaban la piel. Sus labios se abrían dándole paso a su lengua, que acariciaba su cuello con lentos movimientos.

Jennie se despertó con un sobresalto, su corazón latiendo fuerte y su respiración agitada. Se dio cuenta de que había estado soñando, pero la sensación de los labios de Lisa en su piel seguía siendo tan real que la hizo estremecer.

Se sentó en la cama, pasándose la mano por el cabello húmedo de sudor. La habitación estaba en silencio, pero su mente seguía llenada con la imagen de Lisa besándola, acariciándola.

— Esto es ridículo — se dijo Jennie, tratando de calmarse. — Es solo un sueño.

Pero no podía sacudirse la sensación de que Lisa estaba allí con ella, besándola, acariciándola. Cerró los ojos y volvió a intentar descansar. Pronto comenzó a caer en un sueño profundo.

- ¿Qué es lo que deseas? — preguntó Lisa con voz baja. - ¿Te gustaría que bese tus pechos?

La voz de Lisa era baja y ronca, sus besos descendieron desde su cuello al valle de sus senos, pero no llegó a más, estaba siendo la misma juguetona que impacientaba el momento.

- Lisa... No juegues.

Lisa se rió contra su piel, pero no cedió a sus necesidades. Besó el espacio entre sus dos senos, eran besitos suaves, besitos húmedos. Las manos de la rubia acariciaban sus costados, sus uñas arañaban muy suavemente su piel; causándole escalofríos.

Jennie se arqueó hacia adelante, su cuerpo respondiendo a la provocación de Lisa. Su respiración se volvió más superficial y su corazón latió más rápido.

- Lisa... - susurró Jennie, su voz llena de deseo. - Por favor...

Lisa se rió de nuevo, su aliento cálido en la piel de Jennie. Sus besos continuaron descendiendo, pero sin llegar a satisfacer completamente las necesidades de Jennie.

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