Jennie se miró en el espejo, satisfecha con su aspecto. Había elegido un outfit cómodo y elegante: unos jeans ajustados, una blusa de manga larga de color crema que resaltaba su piel. Se había tomado su tiempo para maquillarse, enfocándose en destacar sus ojos y labios. Y, por supuesto, había aplicado el perfume que sabía que a Lisa le encantaba.
Mientras se ajustaba el cabello, Jennie no pudo evitar sentir una mezcla de emociones. Estaba nerviosa, pero también ansiosa por ver a Lisa de nuevo. Habían pasado meses desde su última conversación en persona, y aunque habían hablado constantemente por teléfono, no era lo mismo que estar frente a frente.
La amistad que había surgido entre ellas era genuina, pero Jennie no podía negar que aún sentía algo más profundo por Lisa. Y ahora, con la oportunidad de verla de nuevo, quería demostrarle que su amor era real, que nunca había muerto.
Jennie salió de su departamento, cerrando la puerta detrás de sí. Se dirigió hacia el elevador, presionando el botón para llamarlo. Mientras esperaba, su mente comenzó a vagar hacia su relación con Alex.
Había sido un distractor perfecto después de la ruptura con Lisa. Guapo, encantador y con una conexión social que Jennie encontraba interesante. Pero ahora, mientras descendía hacia el estacionamiento subterráneo, se daba cuenta de que su corazón no estaba en la relación.
El elevador se detuvo en la planta del estacionamiento y Jennie salió, dirigiéndose hacia su coche. Mientras conducía hacia el café donde se reuniría con Lisa, no podía evitar pensar en la ironía de la situación. Estaba saliendo con el hijo del jefe de Lisa, pero su corazón aún pertenecía a la rubia.
Jennie se preguntó si había sido justa con Alex. ¿Había sido honesta con él sobre sus sentimientos? Probablemente no. Pero ahora, mientras se acercaba al café, Jennie sabía que debía ser honesta consigo misma y con los demás. Su corazón pertenecía a Lisa, y era hora de admitirlo.
Al llegar al café, Jennie se estacionó y se tomó un momento para recopilar sus pensamientos. Respiró profundamente, sabiendo que este encuentro con Lisa podría cambiar todo. Salió del coche y se dirigió hacia el café, lista para enfrentar lo que viniera.
Empujó la puerta del café y entró, se encontró rodeada por el aroma de café recién hecho y el murmullo de conversaciones. Buscó una mesa y se sentó en la primera que vio disponible, cerca de la ventana. Mientras se acomodaba, su mente comenzó a vagar hacia su relación con Alex.
A pesar de haber estado saliendo durante varios meses, Jennie nunca había compartido un beso apasionado con él, ni mucho menos una sesión de sexo. Alex había sido paciente, respetando su pedido de tiempo. Jennie le había dicho que no estaba segura todavía, que necesitaba espacio para pensar en sus sentimientos.
Pero la verdad era que Jennie no quería que el recuerdo del último beso y la última entrega de amor con Lisa fuera reemplazado por alguien más. La memoria de Lisa era aún muy vívida en su mente. El recuerdo de sus labios suaves, de su piel cálida, de su mirada apasionada.
Jennie se sintió un poco incómoda al pensar en Alex. Sabía que él esperaba algo más de la relación, pero ella no podía ofrecerle eso. No podía ofrecerle su corazón, porque aún pertenecía a Lisa.
Mientras esperaba, Jennie se preguntó qué pasaría cuando llegara. ¿Cómo reaccionaría Lisa al verla? ¿Qué sentiría al estar cerca de ella de nuevo? Jennie no lo sabía, pero estaba dispuesta a encontrarlo.
La puerta del café se abrió de nuevo y Jennie levantó la vista, esperando ver a Lisa. Y entonces, allí estaba, sonriendo débilmente mientras buscaba una mesa. Jennie se levantó de su silla, sonriendo también, y se dirigió hacia Lisa. Era hora de enfrentar el pasado y descubrir el futuro.
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La Contrapropuesta
RomanceUna propuesta puede cambiar el rumbo de la situación, incluso viejas heridas que no sanan e inseguridades amorosas pueden ser el factor más poderoso para contemplar la separación, considerar una posible contrapropuesta podría ser el principio del fi...