Capítulo #12

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Lentamente besó sus labios, mientras que su mano tuvo la tarea de explorar su cuerpo.
Acarició suavemente su pecho, estrujando suavemente, después continuó moviendose pasando por su costado. Incapaz de detenerse llegó a su feminidad.

— Quiero saciar un poco tu sed. — Susurró suavemente en su oreja. — ¿Lo deseas?

Jennie se estremeció de placer bajo la caricia suave de Lisa. Su cuerpo se tensó de anticipación, ansioso por sentir el contacto íntimo de su amada.

— Sí... —susurró Jennie, su voz baja y sensual. — Lo deseo, te deseo.

Lisa sonrió y continuó acariciando suavemente la feminidad de Jennie, su mano moviéndose con precisión y cuidado. — Quiero sentirte —dijo Lisa, su aliento cálido en la oreja de Jennie.— Quiero sentirte temblar de placer.

Jennie se sintió envuelta en la pasión y el amor de Lisa. Su cuerpo se ardía de deseo, y su corazón latía con fuerza. — Ya estoy temblando —respondió Jennie, su voz temblorosa.— Ya estoy en llamas.

Lisa se inclinó y besó suavemente los labios de Jennie, mientras su mano continuaba acariciando su feminidad. Jennie se sintió elevada a un lugar de puro placer, donde nada más importaba que el amor que compartía con Lisa.

— Te amo —susurró Jennie, mientras se abandonaba al placer.

— Te amo también —respondió Lisa, su voz llena de emoción—. Por siempre.

Su mano encontró el ritmo perfecto sobre la feminidad de su amada. Sus movimientos iban en una suave caricia en círculos; tomando su humedad y usándola a su favor. Después iba de arriba hacia abajo con delicadeza.

— ¿Te gusta así? — preguntó Lisa intentando hacerla sentir bien. — Quiero darte lo que necesitas.

Jennie se estremeció de placer, su respiración se volvió más rápida y superficial. Su cuerpo se arqueó hacia la mano de Lisa, buscando más contacto.

— Sí... —susurró Jennie, su voz baja y sensual. — Me encanta así. Tu toque es perfecto.

Lisa sonrió, su mirada llena de amor y deseo. Continuó acariciando a Jennie con suavidad y precisión, ajustando su ritmo a las reacciones de su amada.

— Quiero que te sientas bien —dijo Lisa, su voz llena de emoción—. Quiero que te sientas amada.

Jennie se sintió envuelta en la pasión y el amor de Lisa. Su cuerpo se tensó, preparándose para el clímax.

— Estoy cerca —susurró Jennie, su voz temblorosa—. Estoy muy cerca...

Lisa se inclinó y besó suavemente los labios de Jennie, mientras su mano continuaba acariciando su feminidad con suavidad y precisión.

Jennie asintió, dispuesta a sentir a su amada. Todo desapareció de su mente, y lo único que existía era su amada, la pasión y el amor que las unía.

— Te amo. — Gimió la coreana. — Te amo de todas las maneras posibles.

— ¿Te gusta? — preguntó suavemente la rubia, aumento suavemente las caricias en la feminidad de su amada. — ¿Puedo hacer otra cosa para hacerte sentir cuánto te amo?

Jennie se estremeció de placer, su cuerpo se arqueó hacia la mano de Lisa, buscando más contacto.

— Sí... —gimió Jennie—. Me encanta... Tu toque es magia.

Lisa sonrió, su mirada llena de amor y deseo.

— Quiero que sientas todo mi amor —dijo Lisa—. Quiero que te sientas adorada.

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