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Jaehyun acababa de terminar su entrenamiento y se dirigía a los vestuarios después de despedirse de Sungho y Riwoo

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Jaehyun acababa de terminar su entrenamiento y se dirigía a los vestuarios después de despedirse de Sungho y Riwoo. Ese día no se iban juntos porque Sungho tenía una emergencia que atender, y Riwoo había logrado que Leehan le aceptara una cita, así que trató de apresurarse en darse una ducha rápida para deshacerse del sudor y ponerse ropa limpia.

Demonios, su ropa de entrenar ya iba necesitando una lavadita, pensó cuando la olió antes de guardarla en la mochila. "Si nuestro Hakie supiera que no lavas la ropa hasta que huele a mierda..." reprochó su lobo.

Y hablando de Jisung... El castaño escuchó el nombre de su pequeño omega en la boca de dos alfas de su equipo de fútbol que hablaban en el pasillo cuando salió del vestuario. Entre ellos uno que no le agradaba mucho que digamos: Yeonjun, así que no pudo evitar esconderse un poco y pegar la oreja para saber qué decían.

-Pobre cosita tonta. ¿Realmente piensa que eres su amigo?

-Supongo que sí. A mí solo me dio lástima verlo llorando. Luego me fijé en que tiene un cuerpo de infarto y pensé que podría llevármelo a la cama. Ya sabes, un polvo y ya.

Las palabras de Yeonjun le hicieron apretar los puños y fruncir el ceño.

-Si Lee te escuchara te meterías en problemas. Ese niño es su punto débil.

¿Lo era? Desde luego, pero Jaehyun parecía no procesar a su propio cerebro cuando se trataba de sus sentimientos por el omega.

-¿Y? Jaehyun no es más que su compañero de piso.

Las palabras de Yeonjun ahora hicieron a Jaehyun enfurecer el doble.

-Además, dudo que le importe. Quiero decir, si yo tuviera semejante bombón en mi casa ya me lo habría follado, y él no parece haberlo hecho.

Y esa fue la gota que derramó el vaso. Estaban hablando de Woonhak como si fuera una prostituta, y no lo iba a permitir. Salió de su escondite y agarró a Yeonjun del cuello de la camiseta, después lo estampó contra la pared del pasillo.

-No sé quién te crees para hablar así de mi omega.-gruñó Jaehyun con su voz de mando, bajo la mirada sorprendida de Yeonjun, que no tardó en responder:

-¿Tuyo? Yo no le veo la marca por ningún lado, así que para mí está más que disponible.

Y ahí Jaehyun comprobó que sí, que Woonhak era su punto débil tal y como habían dicho, porque no le hizo falta mucho más para iniciar una pelea asestándole un puñetazo en la nariz al alfa.

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