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Jaehyun se estaba arrepintiendo de todas las decisiones que había tomado desde que conoció a Woonhak

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Jaehyun se estaba arrepintiendo de todas las decisiones que había tomado desde que conoció a Woonhak. Que Sungho y Riwoo le dijeran lo que verdaderamente pasó ese día hizo que los recuerdos le azotaran esa misma noche como una gran bofetada en la cara. Los besos, los jadeos de placer del omega, todo. Incluída la imagen del peliazul debajo de su cuerpo, mirándolo con sus enormes ojos llenos de lo que ahora sabía que era amor y con su rostro sonrojado mientras se entregaba a él.

Quiso darse de bofetadas a sí mismo. Estaba totalmente arrepentido de haberle creído a Woonhak aún cuando vio destellos de tristeza en sus ojitos ese día en la enfermería. Y estaba más arrepentido de no haberse dado cuenta de lo mucho que le gustaba el omega antes de decirle que todo eso no debería haber pasado.

El alfa bufó desesperado. Definitivamente ya no podría dormir tranquilo. Ahora cada vez que cerraba los ojos el rostro del omega venía a su mente, así que se levantó de la cama con pesadez para ir a la cocina a picotear algo. Miró la hora en su reloj, solo para comprobar que, en efecto, eran las cuatro de la mañana y él tendría demasiado sueño en clase al día siguiente. Gruñó abriendo la nevera en busca de algo que se le antojara.

-¿Qué haces despierto, Hyun?

Jaehyun saltó en su lugar del susto que se dio al oír la voz de Woonhak a sus espaldas, pero se recompuso enseguida y dio media vuelta para mirarle a los ojos. No había notado lo hinchados que estaban los ojos del omega por las mañanas esos días de atrás, pero ahora lo estaba haciendo, y se odiaba como nunca.

-Tenía hambre, bonito.-respondió.-¿Qué haces tú despierto?

-No podía dormir y venía por un vaso de leche.

Se formó un silencio incómodo para ambos. Woonhak quería evitar lo máximo posible al alfa, y Jaehyun solo quería que el omega volviera a tratarle como antes.

-¿Estás bien, Hakie?

-¿Por qué no lo estaría?

-Se nota muchísimo que has llorado. Varias veces.

El omega se sintió avergonzado ante el hallazgo del mayor. Tampoco quería decirle por qué lo había hecho.

-¿No tienes nada que decirme?-preguntó el alfa. Woonhak negó con la cabeza rápidamente. Jaehyun se acercó hasta poder acorralarlo entre su propio cuerpo y la encimera de la cocina.-A mí no me lo parece, Woonhak.

-¿Qué haces? Guarda un mínimo de distancia, Jaehyun.-replicó con el ceño fruncido.

-¿Es por mí? Has estado evitándome varios días. Ni siquiera dejas que te abrace como antes.-dijo Jaehyun, ignorando las quejas del omega.-Tienes que decirme qué he hecho, Hak.

Lo sabía, pero necesitaba oír a Woonhak admitir en voz alta que habían pasado su celo juntos para asegurarse de que había sido real.

El problema era que Woonhak ya no estaba dispuesto a decírselo. No quería recibir otro rechazo directo a su pobre corazoncito.

-No has hecho nada, Jaehyun.-respondió antes de empujarle para salir de allí.

Jaehyun se quedó parado. Luego escuchó la puerta principal cerrarse y se arrepintió de no haber ido detrás del omega.

Joder.

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