El Magnate -[Si No Puedes Vencer El Mal, Vuélvete El Mal]©

XI

MÍA

~Hela~

Las calles de bogotá se extienden ante mis ojos. Aun hay muchas personas paseando por las calles. Apenas van a dar las diez de la noche, todo sigue muy animado.

Conozco a la perfección estas calles. Cada esquina, cada callejón. Todo.

La bruja de mi abuela nació en este hermoso país. Mi abuelo se enamoro de ella y se la llevó a Alemania y ahi formaron una familia, pero ella nunca abandono este país. Aun lo visita y a mí me arrastra hasta aquí de alguna manera. Es una visita familiar para ella, ni siquiera conozco tanto a más familia de ella. Pero como mi padre viene aquí pues no me queda de otra.

Y no es que no ame este país, pero cada que venimos me quiere tener encerrada. Cuando yo quiero salir, divertirme y explorar. Odio estar encerrada

Así fue como conocí a Andro. En una de las tantas visita que he hecho me fui de fiesta con unos amigos que hice en ese tiempo y ahí fue donde lo vi. Me invito un trago hasta que se volvieron muchos. Bailamos y así se nos fue la noche.

Me llevo hasta su finca y pase la noche con él. Estaba borracha pero consciente de lo que hacía. Supongo que el alcohol fue lo que me lleno de valentía para estar con un hombre después de tantos abusos qué sufrí mientras era una Sombra. Fue la primera vez que un hombre estuvo conmigo porque yo así lo decidí y no porque me obligará.

Él fue delicado conmigo, paciente con mi poca experiencia y nunca ha hecho ninguna pregunta por las cicatrices que mi cuerpo conserva. Nunca lo ha juzgado, nunca.

Y se también que no tiene de que quejarse, soy perfecta.

Después de eso lo seguí viendo una temporada más. Cada que venia con mi abuela ya no era una tortura pues sabía que lo podria ver. Ya tenía un motivo. Cada que él sabía que yo estaba en el país mandaba por mí y después fue él quien me iba a ver a donde sea que yo estaba cada que puede.

Y eso puede quedar en el olvido hoy. Ya decidí que no voy a estar esperando algo que no va ha suceder. Las palabras de Gary me dieron en la madre, pero son ciertas.

—¿Como dices que se llama tu gusano recién salido de manzana?

Reviré los ojos. Me gire a mi padre que esta en el otro lado de la camioneta.

—Andres. —le repetí—  Todos lo llaman Andro.

—Bueno, prometo ser paciente con tu Android.

Gary no pudo contener su risa.

—Tal vez no tengas que preocuparte mucho. No creo tener más historia con él.

—¿Porqué? ¿Qué paso? —pregunto mi padre preocupado.

—Cosas.

Regrese a la ventana. No estoy de humor para hablar de eso. Sigo muy confundida por el sueño que tuve.

Alessandro... ¿Cuando me dejaras en paz?

¿No ves que la mayoría de cosas que hago es por ti terco de mierda? Si me llego a acercar a ti...

Yo no dejaría que le hicieran daño. Pero tampoco puedo dejar que él me haga daño a mí.

No quiero pensarlo más.

Pero ahora es imposible sacarlo de mi cabeza. Por años lo tuve enjaulado en lo más oscuro de mi cabeza para no poder verlo.

Y ahora lo veo hasta en mis alucinaciones. Nunca lo había visto así. Dialogue con él, se cual es su olor, se como suena su voz, se cual es su estatura, se como es su presencia.