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Las heridas de Hanni comenzaban a sanar, pues por fin había alguien en su vida capaz de distraerla de su gran dolor. La amistad y la compañía de Minji lograban que su carga fuera más llevadera, y poco a poco empezaba a ver la luz entre la penumbra de sus pensamientos.

-Hanni, ¿quieres ir a la biblioteca? Tenemos una clase libre -dijo Minji, con su voz llena de entusiasmo y su característica sonrisa radiante-. Además, han traído nuevos libros.

Hanni, que conocía el amor profundo que Minji sentía por la lectura, no pudo negarse. Aquel brillo en los ojos de su amiga hacía que cualquier actividad pareciera especial.

-Claro, de todos modos tengo que estudiar -respondió Hanni con una sonrisa sincera, sintiendo una calidez inesperada en su pecho.

Mientras estaban en la biblioteca, Hanni se concentró en sus estudios, absorta en sus pensamientos. Sin embargo, no se dio cuenta de que Minji la observaba con una expresión que ella misma no lograba interpretar. Había algo en sus ojos, una mezcla de ternura y fascinación.

-Hanni... eres muy hermosa -susurró Minji, tan bajo que casi fue inaudible.

-¿Qué? -preguntó Hanni, levantando la mirada con sorpresa.

Minji respiró hondo, tomando valor, y repitió en un tono más firme:

-Dije que eres increíblemente hermosa, Hanni.

Hanni sintió cómo el rubor subía a sus mejillas y sonrió con timidez.

-Gracias, Minji. Tú también eres muy linda.

Minji la miró con mayor intensidad, su voz casi un susurro cargado de un nuevo matiz.

-¿Sí? -preguntó, acercándose lentamente-. ¿Qué tan linda soy para ti?

Hanni se quedó inmóvil, aturdida, con el corazón latiendo con fuerza mientras Minji se acercaba cada vez más, tan cerca que podía sentir su aliento. Las palabras parecieron quedarse atrapadas en su garganta.

-Minji... -susurró Hanni, sin saber cómo reaccionar.

Y, en ese último aliento, ocurrió lo inesperado. Minji se inclinó hacia ella y la besó, suave pero decidida. Fue un beso lleno de ternura, pero también de una intensidad que Hanni no había anticipado. Su mente se llenó de preguntas, pero una de ellas no dejaba de resonar: "¿Acaso Minji siente algo por mí?" Y, casi sin poder evitarlo, un pensamiento fugaz la hizo sonreír internamente: "¿Y cómo es que besa tan bien?"

ᶜᵒⁿ ᵉˡ ᵃᵐᵒʳ ᵉⁿ ˡᵃˢ ᵐᵃⁿᵒˢ  『ʙʙᴀɴɢꜱᴀᴢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora