Después de recibir el alta, Hanni volvió a la escuela con una mezcla de nervios y resignación. Desde el día en que confesó sus sentimientos, Minji había desaparecido sin dejar rastro, y Hanni no tenía idea de qué había pasado con ella. Cada día sin verla la hacía preguntarse si Minji la evitaría para siempre. Pero, finalmente, la vio en uno de los pasillos. Minji estaba ahí, aparentemente tranquila y sin rastro de preocupación, como si aquella confesión en el hospital no hubiera tenido ningún impacto en ella.
Por un instante, sus miradas se cruzaron. Hanni sintió que el tiempo se detenía, su pecho lleno de sentimientos encontrados, pero Minji rompió el contacto visual rápidamente, como si no quisiera ni siquiera verla. Hanni sintió cómo su corazón volvía a romperse en silencio, ese mismo dolor que había intentado superar cada día. Sin decir nada, se dirigió al fondo del salón, donde se colocó sus audífonos, buscando ahogar sus pensamientos en la música y los libros. Los estudios y las tareas seguían siendo su única vía de escape.
La clase comenzó, y Hanni se quitó los audífonos cuando la profesora entró, acompañada por una nueva alumna. La profesora presentó a la chica, quien se acercó al lugar vacío junto a Hanni.
-Hola -dijo la nueva estudiante con una sonrisa amable-. Soy Haerin.Hanni le devolvió la sonrisa, agradecida por esa amabilidad inesperada.
-Mucho gusto, Haerin. Soy Hanni.Las dos intercambiaron una mirada amistosa y sonrieron, creando una conexión inmediata. La profesora, viendo la buena disposición de Hanni, añadió:
-Hanni, ya que Haerin es tu compañera de asiento, ¿podrías ayudarla a ponerse al tanto?Hanni asintió con entusiasmo, y ambas compartieron una sonrisa de complicidad.
-Claro, profesora, con mucho gusto -respondió.Haerin la miró con una sonrisa tímida y se disculpó en un susurro:
-Perdón por las molestias.Hanni negó con una sonrisa sincera.
-No es ninguna molestia, Haerin.Mientras conversaban, Hanni sintió una mirada fija sobre ellas. Alzó la vista y se dio cuenta de que alguien las observaba desde la distancia: era Minji. Al verse descubierta, Minji desvió la mirada rápidamente, pero el momento no pasó desapercibido para Hanni, quien sintió una mezcla de sorpresa y confusión ante esa inesperada reacción.
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ᶜᵒⁿ ᵉˡ ᵃᵐᵒʳ ᵉⁿ ˡᵃˢ ᵐᵃⁿᵒˢ 『ʙʙᴀɴɢꜱᴀᴢ』
Romance¿El dolor se puede superar con otro dolor?