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Con el paso de los días, la relación entre Hanni y Minji fue desvaneciéndose poco a poco, como una sombra que se diluía con el tiempo. Mientras tanto, la amistad entre Hanni y Haerin florecía de una forma inesperada y sincera, surgiendo cuando ambas menos lo esperaban. En muy poco tiempo, desarrollaron un vínculo tan profundo que ya se consideraban hermanas de distinta madre. Haerin se convirtió en un refugio y un consuelo para Hanni, el nuevo distractor que lograba devolverle una sonrisa, aunque las noches siguieran siendo testigos de sus lágrimas, cuando nadie la veía.

Una tarde, Hanni y Haerin estaban en la biblioteca, rodeadas de libros y apuntes, concentradas en sus estudios. De pronto, el celular de Hanni vibró con un mensaje inesperado. Al revisar la pantalla, se encontró con un mensaje de Minji:

"¿Podemos vernos?"

Hanni se quedó inmóvil, con el corazón latiéndole a toda prisa y las manos tensas, sin saber cómo reaccionar. Su desconcierto fue evidente, y Haerin lo notó de inmediato.
-¿Qué pasa? -preguntó con suavidad, tratando de entender.

Hanni tragó saliva, su voz temblando mientras respondía.
-Es... es un mensaje de Minji.

Haerin asintió, reconociendo de inmediato el peso que ese nombre tenía en la vida de Hanni.
-¿Y qué piensas hacer? -le preguntó, observándola con un toque de preocupación y esperando su respuesta.

Hanni, con la mirada fija en su amiga, susurró:
-¿Tú qué crees que debería hacer?

Haerin, sin dudarlo, esbozó una sonrisa cálida y sincera.
-Deberías soltar el celular, ignorar ese mensaje y seguir estudiando aquí, con tu mejor amiga, tu alma gemela.

Hanni sonrió débilmente, asintiendo mientras dejaba el teléfono a un lado e intentaba enfocarse en el libro frente a ella. Sin embargo, la duda seguía rondando su mente. No podía dejar de preguntarse por qué Minji querría verla después de tantos días en silencio. Sus pensamientos la traicionaron, y, sin poder contenerse, volvió a tomar el celular, respondiendo rápidamente: "Claro. ¿Cuándo y dónde?"

Haerin ni siquiera tuvo tiempo de detenerla; Hanni escribió y envió el mensaje con una velocidad que la sorprendió.
-¿Estás loca? -exclamó Haerin, visiblemente molesta, aunque al ver la expresión nerviosa de Hanni, no pudo evitar suspirar.

Hanni le dedicó una sonrisa temerosa, sabiendo que no podría evitar enfrentar a Minji y obtener, finalmente, una respuesta a todas las preguntas que habían quedado sin resolver.

ᶜᵒⁿ ᵉˡ ᵃᵐᵒʳ ᵉⁿ ˡᵃˢ ᵐᵃⁿᵒˢ  『ʙʙᴀɴɢꜱᴀᴢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora