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"¿Te parece bien detrás de las canchas? Ahora mismo." El mensaje de Minji apareció en la pantalla, y tanto Hanni como Haerin lo leyeron en silencio. Haerin, molesta, frunció el ceño.
-¿Detrás de las canchas? ¿De verdad? Eres como un secreto bien guardado -comentó con ironía, mirando el mensaje con desaprobación.

-Supongo que quiere un poco de privacidad... -respondió Hanni, intentando justificar el mensaje, aunque sonaba más como una excusa.

Haerin rodó los ojos.
-Claro, "privacidad" -dijo con sarcasmo, dejando ver su incomodidad.

Hanni se quedó pensativa por un momento. Finalmente, tomó una decisión y se levantó rápidamente, despidiéndose de Haerin con una sonrisa forzada.
-Bueno, Rin, nos vemos en un rato. Te cuento todo cuando regrese.

Haerin suspiró, viendo cómo Hanni se alejaba con cierta preocupación en la mirada.

Cuando Hanni llegó al lugar, Minji ya estaba esperándola, con una sonrisa radiante en el rostro. Esa sonrisa la tomó por sorpresa y la dejó sin saber cómo reaccionar.
-¿Te hice esperar mucho? -preguntó Hanni con timidez, sintiendo su corazón latir con fuerza.

-Para nada, solo llevo aquí un rato -respondió Minji con naturalidad, como si aquella distancia y todos esos días sin hablar nunca hubieran sucedido.

Por unos momentos, ambas quedaron en un silencio incómodo. Minji, jugando nerviosa con sus manos, fue quien finalmente lo rompió.
-Hanni, quería hablar contigo... sobre lo que pasó en el hospital.

Hanni evitó su mirada, sintiendo una mezcla de nervios y vergüenza.
-Ah, eso... fue hace un tiempo. ¿No podrías olvidarlo?

-No, para nada -dijo Minji de inmediato-. Son tus sentimientos, y he pensado mucho en ellos. Por eso me alejé de ti... y de él.

Hanni se quedó sorprendida al darse cuenta de que tenía razón: ahora que lo pensaba, Minji había estado pasando tiempo con otras amigas, y apenas había visto al chico con quien antes parecía tan unida.

-Hanni, lo he pensado una y otra vez. No podía dejar de recordar todos los momentos que pasamos, y no he logrado ignorar los latidos de mi corazón cada vez que pienso en ti. Me gustas... -dijo Minji, mirándola con una intensidad que hizo que Hanni sintiera un nudo en la garganta.

Pero antes de que Hanni pudiera responder, Minji continuó, bajando la voz-. Aunque él también hace latir mi corazón desenfrenadamente.

La expresión de Hanni cambió a una mezcla de incredulidad y frustración.
-¿Qué? -dijo con una mirada dura-. ¿Qué estás diciendo? ¿Que te gustan dos personas al mismo tiempo? Eso es... ¡eso es verdaderamente estúpido! -soltó con un tono de molestia.

Minji frunció el ceño, un poco avergonzada pero decidida.
-Hanni, es lo que siento. A veces, una persona puede enamorarse de dos... es posible sentir algo real por más de una persona.

Hanni la miró, luchando contra la mezcla de dolor y confusión que Minji le provocaba.
-¿Y qué vas a hacer entonces? ¿Vas a elegir? -preguntó, sin poder esconder la amargura en su voz.

Sin decir una palabra, Minji se acercó lentamente a ella, su mirada profunda y decidida.
-¿Por qué no puedo tener a los dos?

Y sin más, Minji se inclinó y la besó, dejándola atónita y atrapada en un remolino de sentimientos encontrados que la hicieron temblar.

ᶜᵒⁿ ᵉˡ ᵃᵐᵒʳ ᵉⁿ ˡᵃˢ ᵐᵃⁿᵒˢ  『ʙʙᴀɴɢꜱᴀᴢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora