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Minji no dejaba de mirar su celular mientras sonreía ampliamente, una expresión tan radiante que captó la atención de Hanni. Intrigada por la razón de aquella sonrisa, Hanni dirigió su mirada hacia el teléfono de su "amiga" y alcanzó a ver un chat repleto de corazones que, de alguna forma, le parecieron excesivos. Al darse cuenta, Minji apagó su celular rápidamente.

-¿Con quién hablas? -preguntó Hanni en un tono que sonaba más molesto de lo que ella misma hubiera esperado.

¿Qué era esa sensación que la invadía? Una incomodidad creciente, una punzada que la hacía sentir inquieta. "¿Son... celos?" se preguntó en silencio, mientras esperaba la respuesta de Minji.

-Ah, es... solo un amigo -respondió Minji, visiblemente nerviosa, antes de añadir apresuradamente-. ¿Qué tal si vamos a nuestra siguiente clase?

Hanni asintió en silencio, sintiendo una molestia que ni ella misma podía entender. Con un nudo en la garganta, recogió sus cosas y comenzó a caminar junto a Minji, quien nuevamente no apartaba la vista de su celular. Al poco tiempo, Minji se detuvo de repente.

-Hanni, ve adelantándote. Tengo... algo que hacer -dijo, esquivando la mirada de Hanni.

-¿Sí? Puedo acompañarte -ofreció Hanni, acercándose con una mezcla de curiosidad y algo que apenas comenzaba a reconocer como preocupación.

Minji dio un paso hacia atrás.

-No es necesario, será rápido. Nos vemos allá -respondió, despidiéndose con una ligera sonrisa y moviendo la mano.

Hanni la observó alejarse, sintiendo una extraña opresión en el pecho. Algo en esa despedida la dejaba intranquila, y casi sin pensarlo, decidió seguirla a cierta distancia, sin saber que lo que estaba a punto de presenciar cambiaría todo.

Minji se dirigió a un pequeño jardín, y allí se encontró con un chico desconocido. "¿Quién es él?", se preguntó Hanni, conteniendo la respiración mientras observaba. Pero lo que ocurrió a continuación le hizo sentir que su corazón se detenía por un instante: Minji y el chico se besaron, un beso lleno de intimidad que hizo que la realidad se rompiera en pedazos.

Hanni sintió cómo una lágrima rodaba lentamente por su mejilla mientras observaba la escena. De pronto, todos esos momentos especiales que había compartido con Minji parecían desvanecerse. Recordó cómo últimamente Minji la trataba con menos calidez, cómo aquellas miradas intensas y los besos espontáneos que tanto significaban para ella habían desaparecido. "¿Es por él?", se preguntó con un dolor punzante.

Sin fuerzas para seguir viendo, Hanni se dio la vuelta y se dirigió hacia la salida. Una vez afuera, tomó su teléfono y envió un mensaje a su profesora: "Maestra, no me siento muy bien, hoy no podré asistir a su clase". Luego, le envió un mensaje a Minji: "No entraré a la clase, no me siento bien, voy a casa".

Esperó ansiosamente una respuesta inmediata, como solía ser, pero esta vez el silencio fue su única respuesta.

ᶜᵒⁿ ᵉˡ ᵃᵐᵒʳ ᵉⁿ ˡᵃˢ ᵐᵃⁿᵒˢ  『ʙʙᴀɴɢꜱᴀᴢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora