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Tras aquel beso inesperado, Hanni quedó inmóvil. Su corazón palpitaba desbocado, pero el dolor y la confusión que la embargaban parecían sofocar cualquier otra emoción. Frente a ella, Minji tenía una expresión seria, observándola con esa mezcla de vulnerabilidad e incertidumbre que hacía que Hanni dudara de sus propios límites. Pasaron unos segundos eternos antes de que Hanni, sacudida, diera un paso hacia atrás, rompiendo el contacto y respirando profundamente, como intentando despejar el torbellino en su mente.

-¿Qué significa esto, Minji? -preguntó Hanni, su voz baja y temblorosa, luchando por no mostrar cuánto le dolía esa proximidad-. ¿A qué estás jugando?

Minji bajó la mirada, como si sus palabras pesaran más de lo que podía soportar. Con voz suave, respondió: -No lo sé... sólo quería que entendieras lo que siento. Es cierto, Hanni, siento algo por ti, pero también por él. No puedo negarlo.

Un nudo helado se instaló en el pecho de Hanni. ¿Cómo podía Minji decir algo así con tanta calma, como si fuera algo que ella simplemente debiera aceptar? La rabia comenzó a mezclarse con su dolor. -¿De verdad crees que eso es justo para mí? -replicó Hanni, su voz llena de decepción mientras intentaba mantener la compostura-. Me confundes, me apartas y luego vuelves para decirme que sientes algo por los dos. ¿Qué esperas que haga con eso?

Minji suspiró, y la tristeza en su mirada la hacía ver más vulnerable, pero Hanni ya no sabía si podía creerle.
-No sé qué quiero. Solo sé que no puedo ignorar lo que siento... ni por ti ni por él. ¿Por qué no puedes intentar entenderme?

Las lágrimas amenazaron con salir de los ojos de Hanni, pero endureció su expresión.
-Porque no quiero estar atrapada en una montaña rusa de emociones, Minji. Si realmente me quisieras, no me harías pasar por esto. No me harías sentir como una opción.

Minji parecía al borde de romper en llanto también. Extendió una mano hacia Hanni, pero ella se apartó.
-No quiero perderte, Hanni. De verdad, no quiero... pero tienes que entender que tampoco quiero perderlo a él.

Hanni la miró con dolor, reconociendo que, aunque sus sentimientos seguían siendo profundos, aquello la destrozaba demasiado. -Entonces no te preocupes, no vas a tener que elegir. Quédate con él, Minji. Yo... yo no voy a ser una opción.

El silencio que cayó entre ellas fue denso y desgarrador. Sin decir más, Hanni se dio media vuelta y se alejó, sintiendo cómo cada paso la liberaba de ese peso, aunque le dejaba un vacío desolador en el pecho.

Los días siguientes fueron amargos. Hanni intentaba centrarse en su vida, refugiándose en su amistad con Haerin. Cada momento con ella le recordaba que aún había bondad y sinceridad en el mundo, y Haerin, siempre atenta y amable, la apoyaba sin cuestionarla, brindándole el espacio que necesitaba para sanar.

Minji, por su parte, parecía vivir atrapada en su propio dilema, aunque de nuevo se la veía feliz con aquel chico. Dejó de acercarse a Hanni, aunque en los pasillos o en clase sus miradas se cruzaban de vez en cuando, llenas de emociones no resueltas y palabras sin decir. Ambas, en silencio, entendieron que la distancia era su única salida, el único refugio donde quizás podrían empezar a sanar y encontrar claridad.

Sin embargo, la herida de Hanni seguía abierta, y el dolor la hacía cerrarse cada vez más en sí misma, decayendo poco a poco. Una tarde, mientras estudiaba con Haerin en la biblioteca, esta rompió el silencio con una voz suave y comprensiva. -Sé que tienes mucho en tu cabeza, Hanni, y no voy a presionarte para hablar. Solo quiero que sepas que tienes a alguien aquí para ti, siempre.

Hanni le sonrió, sintiendo cómo las palabras de su amiga calmaban un poco esa angustia latente.
-Gracias, Haerin. De verdad, gracias por estar aquí.

Aunque el camino para sanar se vislumbraba largo y complicado, Hanni comenzaba a creer que, con el tiempo, podría mirar atrás y entender lo ocurrido como una lección. A menos, claro, que Minji, con sus sentimientos confusos, volviera a irrumpir en su vida, trastocando todo de nuevo.

ᶜᵒⁿ ᵉˡ ᵃᵐᵒʳ ᵉⁿ ˡᵃˢ ᵐᵃⁿᵒˢ  『ʙʙᴀɴɢꜱᴀᴢ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora