Capítulo 9: Urgencias.

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La enfermera volvió a llamarme, me había quedado petrificada a pesar de que él no había visto ni que estaba allí. Reaccioné a la tercera vez que llamaron mi nombre y me acerqué directamente a la enfermera

—Yo, disculpa.

La enfermera me enseñó una falsa sonrisa, probablemente le daba rabia que la hubiera hecho esperar, pero tampoco podía decirme nada siendo sobrina de quien era.

Me guio hasta la consulta en donde me esperaba una médica de urgencias.

Pasamos por el típico protocolo; cómo me sentía, que me ocurría, desde cuando estaba así...

Auscultó mi corazón y mis pulmones y se remitió a decirme que debía ser una gripe, que todos mis síntomas concordaban con lo que podía ser una gripe. De normal, me hubiera puesto tan exigente como mi padre me había explicado ser en temas tan serios como la salud, sin embargo, no era capaz de concentrarme en nada.

Kay trabajaba para mi tío.

Por lo que, probablemente conocía a Alastor y yo sabía bien cuales eran las impresiones que la gente solía tener sobre él; malas, horribles... Qué se esperaría de mi en ese entonces.

—Te voy a recetar un antinflamatorio, se llama oseltamivir, te va a ayudar con el dolor de cabeza y el dolor en general, hará que la gripe se vaya más rápido. Tómalo dos veces al día, en la mañana y en la noche. —Escribió con unos garabatos casi inentendibles en el papel y lo firmó, asegurándose de colocar toda la información de igual forma en el ordenador. Tras aquello me extendió la mano con el papel.

—Creo que eso es todo. — Me mostró una sonrisa y se levantó para acompañarme hasta la puerta de su consulta, a pesar de que estaba literalmente detrás nuestra.

—Sí, muchas gracias. — Me despedí rápidamente y de forma desinteresada, seguía en mi mundo con mis pensamientos, estaba muy cansada.

Nuestras miradas se cruzaron cuando pasé por la recepción del hospital, se encontraba revisando algunos papeles junto a las enfermeras que recibían las llamadas.

Vi como una chica vestida de azul se acercaba a él, me hizo esperar unos minutos mientras terminaba de resolver unos problemas con algunos pacientes, minutos que yo aproveché para llamar a mi tío. No me cogió la llamada por lo que decidí que enviarle un mensaje sería la mejor idea "Ya he acabado."

Escuché como una vos masculina y bastante grave me llamaba "¿Vianne?" Envié rápido el mensaje y con la misma velocidad levanté mi mirada.

—Kay. —Dije en realidad bastante sorprendida.

—Vianne, ¿qué haces aquí? ¿Vienes a visitar a alguien?

—¿Eh? Oh, no, estaba buscando a mi tío.

—¿Es un paciente? Puedo ver si le han dado ya el alta, permíteme. — Hizo el amago de acercarse nuevamente con las enfermeras para pedir los papeles de las altas que se habían hecho y que se iban a hacer en ese día.

—No, no. —Le paré

—¿Qué ocurre? Sé que estas enfadada, si es eso, podemos hablarlo más tarde, aun me quedan muchas horas de tra- —Su voz fue cortada.

—Vianne, ¿has terminado? ¿Nos vamos? —Alastor había salido de una habitación y caminaba en mi dirección con su chaqueta en la mano.

Me quedé bastante cortada, estaba evitando decirle a Kay la verdad, de nuevo. Supongo que la había descubierto de la mejor forma posible.

—Sí, ya he acabado. — Extendí mi mano rápido para enseñarle el prospecto que leyó como un rato.

—¿Oseltamivir? ¿Te han hecho alguna prueba? —Dijo mientras tomaba el papel con sus manos para ver quien era el médico que me había atendido.

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