Siete destinos un solo amor BTS

Capítulo #4

Un Encuentro Inesperado

El día amaneció con un cielo despejado y un aire fresco que prometía nuevas aventuras. Las chicas estaban entusiasmadas; era su segundo día completo en Corea y tenían planes de visitar Gyeongbokgung, el palacio real más famoso. Querían aprender sobre la historia de Corea y disfrutar de la belleza del lugar.

Después de un rápido desayuno, se vistieron con hanboks coloridos que habían alquilado. La idea de llevar la vestimenta tradicional coreana las emocionaba, y no podían esperar para tomar fotos en el palacio.

–¡Chicas, ustedes se ven increíbles! –exclamó Arianny, admirando a sus amigas mientras se miraban en el espejo.
–¡Nosotros también! ¡Vamos a robarle el corazón a todos en el palacio! –dijo Paula, riendo mientras posaba como una modelo.

Al llegar a Gyeongbokgung, el aire estaba lleno de historia y cultura. Las chicas comenzaron a explorar el lugar, tomando fotos y riendo mientras posaban en diferentes lugares. Cada esquina del palacio ofrecía una nueva oportunidad para capturar momentos inolvidables.

Mientras paseaban, Arianny no pudo evitar sentirse como si estuviera en un drama. Las enormes puertas, las elaboradas estructuras y los jardines perfectamente cuidados la hacían sentir que cada paso que daba era parte de una historia mágica.

De repente, mientras estaban en el patio central, un grupo de personas comenzó a congregarse en un área cercana. Curiosas, las chicas se acercaron para ver qué estaba sucediendo. Al llegar, sus corazones se detuvieron al darse cuenta de que se trataba de un evento de fans de BTS.

–¡Es un evento de firmas de autógrafos! –gritó Dayana, apenas conteniendo su emoción.
–¿Qué? ¡No puede ser! –respondió Maite, casi saltando de alegría.

Las chicas comenzaron a discutir frenéticamente sobre cómo podrían acercarse a la situación. Había seguridad alrededor, y la multitud se había agrupado, pero la idea de ver a BTS tan cerca las llenaba de adrenalina.

–¡Necesitamos acercarnos! –dijo Jennifer, con los ojos brillantes de emoción.
–Voy a intentar hablar con alguien de la seguridad –ofreció Sheyla, mientras se preparaba para acercarse.

Con determinación, Sheyla se acercó a un miembro de la seguridad, y tras unos minutos de conversación, regresó sonriendo.

–¡Chicas, tenemos acceso! Pero solo por unos minutos –dijo, agitando un pase que le habían dado.

Las chicas gritaron de alegría y se prepararon para acercarse al área designada. El corazón de Arianny latía con fuerza mientras se movían entre la multitud, finalmente logrando hacerse un espacio en la primera fila.

El tiempo parecía detenerse cuando BTS apareció en el escenario. Cada uno de ellos brillaba con su propia luz, pero para Arianny, Namjoon era el centro de todo. La forma en que sonreía y saludaba a los fans la hizo sentir como si el mundo estuviera a sus pies.

–¡Los amo! –gritó una fan desde el fondo, y el eco de los gritos llenó el aire.

Arianny sintió que su corazón se desbordaba. No solo estaba a un paso de sus ídolos, sino que también se dio cuenta de que su sueño de conocerlos era más real que nunca.

Las chicas comenzaron a sacar fotos, intentando capturar cada instante. El ambiente estaba lleno de risas y gritos, y la energía era contagiosa.

De repente, el evento se detuvo brevemente cuando Namjoon se dirigió al público. –Estamos muy felices de estar aquí y de poder verlos a todos. Gracias por su apoyo constante. –su voz resonaba, y Arianny no podía evitar sonreír como una niña.

Cuando llegó el momento de que los miembros comenzaran a firmar autógrafos, la seguridad organizó a los fans en una fila. A medida que se acercaban, las chicas no podían dejar de mirar a sus ídolos con admiración.

Cuando llegó el turno de Arianny, se sintió un poco nerviosa. Se acercó a Namjoon, quien sonrió y le extendió la mano.

–Hola, soy Arianny. –dijo, tratando de mantener la compostura.
–¡Hola, Arianny! Es genial conocerte. ¿De dónde eres? –preguntó él, con una sonrisa encantadora.

Arianny apenas podía creer que estaba hablando con él. –Soy de República Dominicana, y estoy aquí con mis amigas.

Namjoon asintió, mostrando interés genuino. –¡Wow! Eso es increíble. Espero que disfruten su tiempo aquí.

Arianny le entregó un pequeño cuaderno que había llevado para que le firmara. Él lo tomó y comenzó a escribir. Mientras lo hacía, Arianny se sentía como si el tiempo se hubiera detenido. Todo a su alrededor desapareció, y solo existía ella y Namjoon.

Finalmente, él le devolvió el cuaderno con una hermosa dedicatoria. –Espero que tengas un gran viaje y nunca dejes de perseguir tus sueños.

Arianny sonrió, sintiendo que su corazón iba a estallar. –Gracias, Namjoon. ¡Nunca dejaré de hacerlo!

Después de su encuentro con Namjoon, las chicas se unieron, gritando y saltando de alegría. Cada una había tenido su momento con los miembros de BTS, y el día se convirtió en un recuerdo que llevarían para siempre en sus corazones.

Al salir del evento, el sol comenzaba a ocultarse, y las luces de la ciudad se encendían, creando un espectáculo visual impresionante. Las chicas estaban llenas de energía y emociones, y decidieron cenar en un restaurante cercano para celebrar su increíble día.

Mientras disfrutaban de su comida, compartieron historias sobre sus encuentros con BTS, cada una hablando emocionadamente sobre lo que habían sentido y lo que significaba para ellas.

–No puedo creer que esto realmente sucedió –dijo Dayana, aún asombrada.
–Fue como un sueño hecho realidad –agregó Maite, sonriendo de oreja a oreja.

Arianny miró a sus amigas y sintió una profunda gratitud. No solo estaban viviendo juntas esta experiencia, sino que se estaban apoyando mutuamente en cada paso. Era una hermandad que trascendía fronteras y culturas, y estaba agradecida de tenerlas a su lado.

Cuando terminaron de cenar, decidieron dar un paseo por las calles de Seúl, disfrutando de las luces brillantes y la energía vibrante de la ciudad. Las risas y los sueños compartidos llenaban el aire, mientras se dirigían a su apartamento, cada una emocionada por lo que vendría a continuación.

Al llegar, Arianny se sentó en su cama y miró su cuaderno con la firma de Namjoon. Sonrió, sintiendo que su viaje apenas comenzaba y que había mucho más por vivir. Con el corazón lleno de esperanza, se quedó dormida, soñando con el próximo capítulo de su aventura en Corea.