Una Cita por Seúl
El día había llegado. Después de casi no poder dormir por la emoción, las chicas se alistaron para su tan esperado recorrido por Seúl con BTS. Cada una eligió su mejor atuendo, algo cómodo pero bonito, queriendo causar una buena impresión. Aún no podían creer que pasarían el día con sus ídolos, y las emociones fluctuaban entre nervios y alegría.
Cuando llegaron al punto de encuentro, un parque tranquilo a las afueras del bullicio de la ciudad, ya podían ver a los chicos esperándolas. Namjoon fue el primero en saludarlas, y su cálida sonrisa le dio a Arianny una dosis extra de nervios.
–¡Hola, chicas! Me alegra verlas de nuevo –dijo Namjoon mientras las saludaba con una inclinación de cabeza.
Arianny sonrió tímidamente y saludó de vuelta. Poco después, todos los chicos de BTS ya estaban allí, listos para guiarlas por un día que prometía ser inolvidable. La primera parada fue una visita al templo Bongeunsa, uno de los templos budistas más importantes de Seúl, con una vista imponente y jardines tranquilos que contrastaban con la vida agitada de la ciudad.
–Es un lugar que nos gusta visitar cuando necesitamos despejar la mente –comentó Jin mientras caminaban por los senderos del templo.
Dayana, quien había desarrollado una conexión con Jin en su primer encuentro, sonrió y le hizo una pregunta sobre la cultura coreana y las tradiciones que seguían. Jin, encantado con su interés, le contó sobre las veces que él mismo había buscado paz en ese lugar antes de conciertos importantes.
A medida que avanzaban por el templo, las parejas comenzaron a formarse naturalmente, cada una guiada por una afinidad que parecía surgir de manera espontánea. Maite y Jungkook caminaban juntos, bromeando entre ellos mientras tomaban fotos del paisaje. Jungkook, siempre travieso, intentó sorprenderla imitando poses de estatuas y arrancándole carcajadas. Maite le mostró algunas fotos que había tomado, y él, impresionado, comentó:
–Eres buena en esto, ¡deberías dedicarte a la fotografía!
Mientras tanto, Sheyla y Taehyung se habían quedado un poco más atrás del grupo, absortos en una conversación sobre música y arte. Taehyung, con su estilo relajado y encantador, escuchaba atentamente cada palabra de Sheyla, y su interés genuino hacía que ella se sintiera cada vez más cómoda. De vez en cuando, Taehyung señalaba pequeños detalles en el camino que pasaban desapercibidos para los demás, como una pequeña flor o una obra de arte escondida en una pared.
Después de la visita al templo, el grupo se dirigió a un mercado tradicional cercano para probar algunos platillos coreanos. Namjoon, al notar que Arianny miraba curiosa uno de los puestos, le ofreció probar un tteokbokki, un platillo picante que solía ser muy popular entre los turistas.
–Te advierto que es un poco picante, ¿te atreves? –preguntó Namjoon con una sonrisa retadora.
Arianny aceptó el reto, y aunque el primer bocado la hizo enrojecer, se rió junto a Namjoon, quien la miraba divertido. Ese pequeño momento compartido fortaleció la conexión que había sentido desde el primer encuentro. Namjoon la miraba con admiración, impresionado por la valentía y la energía que transmitía.
Jennifer y Suga, por su parte, charlaban tranquilamente mientras probaban mandu, una especie de dumplings coreanos. Ambos compartían una conexión basada en la tranquilidad y la introspección. Aunque Suga solía ser reservado, con Jennifer encontraba una comodidad inesperada, y juntos intercambiaron reflexiones y risas sutiles. Él incluso la animó a probar un poco de soju, la bebida tradicional coreana, asegurándole que era una experiencia que tenía que vivir en su viaje.
El día avanzaba, y el grupo seguía explorando diferentes puntos de la ciudad. Se dirigieron al Río Han, donde decidieron relajarse y alquilar bicicletas para recorrer la orilla. Fue en este momento que las parejas se separaron un poco más del grupo, permitiéndoles tener momentos más personales.
Pilar y Jimin pedaleaban juntos, riendo cada vez que uno intentaba adelantarse al otro. En un momento, Pilar perdió el equilibrio y casi cae, pero Jimin, rápido, la sostuvo justo a tiempo.
–¡Ten cuidado! –exclamó entre risas mientras le daba una sonrisa cómplice.
Paula y J-Hope estaban más atrás, caminando mientras compartían historias y sueños. J-Hope, con su energía y entusiasmo, hacía que Paula se sintiera a gusto y se olvidara de los nervios iniciales. Al notar que Paula miraba hacia el río, él le habló de cómo ese lugar le traía paz y le permitía despejarse de la fama y las responsabilidades.
Finalmente, el grupo se reunió de nuevo en un área de descanso, donde decidieron sentarse a ver el atardecer. A medida que el sol comenzaba a ponerse, cada una de las chicas se sentía más conectada con los chicos, y el ambiente adquiría un aire de complicidad y romance.
Al despedirse, los chicos de BTS les propusieron encontrarse nuevamente pronto. Las chicas, emocionadas, aceptaron encantadas. El viaje, que había empezado como un simple sueño de fans, ahora les regalaba momentos reales e inesperados.
Con sus corazones latiendo acelerados y sonrisas imborrables, las chicas se alejaron del grupo, conscientes de que aquella experiencia estaba lejos de ser solo una aventura. En aquel día compartido, bajo el cielo de Seúl, el amor y la amistad florecían como nunca antes.
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Siete destinos un solo amor BTS
RomanceSiete amigas de distintos rincones de Latinoamérica se embarcan en la aventura de sus vidas al viajar juntas a Corea del Sur. Lo que comienza como un viaje de ensueño para conocer la tierra del K-pop y BTS, se convierte en una historia llena de emoc...