Capítulo #6

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Clase de Cerámica y Encuentros Inesperados

La mañana llegó rápidamente, y las chicas se encontraban en el lobby del edificio, listas para su primera actividad creativa en Corea: la clase de cerámica. Arianny, quien había organizado la actividad, estaba especialmente emocionada.

-¿Lista para crear tu primera obra maestra, Maite? -preguntó Arianny con una sonrisa burlona.
-¡Claro que sí! Solo espero no hacer un desastre -respondió Maite riendo.

Al llegar al estudio de cerámica, fueron recibidas por el instructor, un hombre amable que comenzó a explicarles los conceptos básicos. Las chicas se pusieron manos a la obra, intentando moldear piezas mientras intercambiaban risas y bromas.

-Si logramos hacer algo decente, ¡esto se lo mando a Jungkook! -dijo Maite, concentrada en darle forma a un pequeño plato.
-Yo a J-Hope. No sé si me entendería, pero se nota que valora el esfuerzo -comentó Paula.

Entre risas, manos llenas de arcilla y momentos de concentración, cada una logró darle forma a una pieza única. La experiencia se convirtió en algo más que una simple clase; era un momento de conexión con ellas mismas y con el país en el que, por primera vez, sus sueños parecían tangibles.

Cuando terminaron, decidieron tomar un descanso en un café cercano. Estaban disfrutando de la vista del Han River, cuando Arianny notó que alguien familiar entraba al café: ¡era Namjoon! Su corazón comenzó a latir a toda velocidad.

-¡Chicas! No quiero alarmarlas, pero... miren allá -dijo, tratando de no sonar demasiado emocionada.

Al girarse discretamente, todas quedaron boquiabiertas al ver que, detrás de Namjoon, entraba Jungkook, seguido de Taehyung y Jimin. El café, bastante tranquilo, apenas estaba comenzando a llenarse, así que era probable que no quisieran llamar la atención.

-¿Es en serio? ¡Esto no puede ser real! -susurró Jennifer, sus ojos brillando de emoción.

Intentando mantener la compostura, las chicas decidieron quedarse en sus asientos y actuar con naturalidad. Pero cada segundo que pasaba, la emoción aumentaba. No todos los días tenían a BTS a solo unas mesas de distancia.

Justo en ese momento, Jungkook y Taehyung se acercaron a pedir algo en el mostrador, y Maite aprovechó para mirar a Arianny y susurrarle:

-¡Es nuestra oportunidad! ¿Vamos a saludarlos?

Arianny dudó por un instante, pero al ver la mirada decidida de sus amigas, supo que era ahora o nunca. Con el corazón latiendo con fuerza, se levantaron y se acercaron con una sonrisa tímida.

-¡Hola! Perdón si interrumpimos, pero... somos grandes fans y no podíamos perder la oportunidad de saludarlos -dijo Arianny, sintiéndose a la vez emocionada y nerviosa.

Jungkook y Taehyung sonrieron de manera cálida, y les hicieron una seña para que se acercaran más. Namjoon y los demás, al notar la conversación, también se unieron, y en cuestión de segundos, el grupo completo estaba interactuando con BTS. Las chicas estaban en shock; la amabilidad de los chicos las dejó completamente desarmadas.

La conversación fluyó sorprendentemente bien. Hablaron de su viaje, de cómo habían soñado con visitar Corea, y de lo emocionadas que estaban de conocer a sus ídolos. Namjoon escuchaba con atención, sus ojos brillando de interés mientras Arianny le contaba sobre su vida en República Dominicana.

-Wow, eso suena increíble. Realmente valoramos todo el amor que nos muestran desde tan lejos -dijo Namjoon, mirando a Arianny con una calidez que la hizo sonrojar.

Jungkook y Taehyung, por su parte, se mostraron fascinados por las historias de Maite y Sheyla sobre sus países y las diferencias culturales. Taehyung se rió cuando Sheyla le comentó sobre las comidas típicas de Ecuador y prometió que algún día las probaría si visitaba Latinoamérica.

Después de varios minutos de charla, el ambiente se hizo aún más cómodo, y los chicos de BTS comenzaron a preguntarles sobre sus intereses y hobbies. Cuando mencionaron que habían estado en una clase de cerámica, Jimin se mostró especialmente interesado.

-¿En serio? ¡Nosotros también hemos hecho cerámica en el pasado! Es muy divertido, aunque bastante difícil -comentó Jimin con una sonrisa.

Antes de despedirse, Jungkook, quien se había sentido cómodo con Maite, hizo una propuesta inesperada.

-Si están libres mañana, podríamos mostrarles algunos lugares interesantes en Seúl. Es una forma de agradecerles por su apoyo y amor desde tan lejos. ¿Les gustaría?

Las chicas se miraron entre sí, incrédulas y emocionadas. Con un entusiasmo compartido, respondieron:

-¡Nos encantaría!

Con una sonrisa, los chicos se despidieron, prometiendo reencontrarse al día siguiente. Al salir del café, las chicas se miraron y soltaron un grito de emoción, incapaces de contenerse más.

-¡No puedo creerlo! ¡Mañana vamos a pasar el día con BTS! -gritó Paula, sin poder contener su felicidad.

Caminando de regreso al apartamento, compartieron sus impresiones sobre el encuentro y cómo cada una había sentido una conexión especial con los chicos. Aquella noche apenas lograron dormir, con el corazón latiendo rápidamente y la mente llena de sueños.

Siete destinos un solo amor BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora