Encuentros y Revelaciones
Unos días después, el grupo se reunió nuevamente, esta vez en un lugar muy especial: un estudio de grabación privado de Big Hit, donde los chicos querían enseñarles un poco de su mundo detrás de cámaras. Para las chicas, estar en el lugar donde tantas de sus canciones favoritas habían nacido era un sueño hecho realidad.
Cuando llegaron, Namjoon les mostró con orgullo el estudio y les explicó algunos procesos de producción. Arianny, emocionada, observaba cada detalle, cautivada por el entusiasmo de Namjoon al hablar de su trabajo.
–¿Alguna vez has intentado escribir una canción? –le preguntó Namjoon de repente, provocando que Arianny se quedara un momento pensativa.
–Bueno, siempre he tenido ideas, pero nunca he sido muy buena poniéndolas en palabras –admitió, mirando las notas y partituras que había sobre la mesa.
Namjoon sonrió y le pasó un bolígrafo. –Entonces, ¿qué tal si lo intentamos juntos? Yo te ayudo con las ideas.
Arianny tomó el bolígrafo con una sonrisa nerviosa, mientras su corazón latía con fuerza. Trabajando juntos, las ideas fluyeron más fácilmente, y poco a poco comenzaron a escribir las primeras líneas de una canción improvisada, reflejando sus pensamientos y emociones.
Mientras tanto, en otra esquina del estudio, Jin aprovechó para enseñarle a Dayana algunos pasos de baile. Aunque él no era el bailarín principal del grupo, se divertía intentándolo, y Dayana no podía evitar reír ante sus intentos poco coordinados.
–Tienes talento para esto, pero creo que mejor dejémoslo en canto –dijo Dayana entre risas.
Jin hizo una mueca de indignación fingida y, sin previo aviso, la levantó en un giro, haciéndola reír aún más.
Por otro lado, Jungkook decidió hacer un mini concierto privado para Maite, quien lo observaba con admiración mientras él cantaba algunas de sus canciones favoritas. La voz de Jungkook resonaba en el estudio, y su conexión con Maite se hacía más fuerte con cada nota. Al terminar de cantar, él le dedicó una sonrisa tímida.
–Espero que te haya gustado –dijo, con un toque de inseguridad que lo hacía ver aún más adorable.
–Fue perfecto, Jungkook –respondió Maite con sinceridad, sintiendo que esos momentos que compartían iban más allá de las palabras.
Paula y J-Hope, en cambio, estaban explorando los equipos de producción. J-Hope le enseñaba a Paula cómo mezclar algunos sonidos, y ella se mostraba fascinada por lo que él le explicaba.
–¿Sabías que tú podrías ser una gran productora? –le comentó él, divertido, mientras Paula reía.
–Bueno, quizás debería considerarlo –bromeó ella, disfrutando de su cercanía y del ambiente relajado que compartían.
En otra parte del estudio, Taehyung y Sheyla estaban tomando fotos con una cámara que Taehyung siempre llevaba consigo. Él le mostraba cómo capturar ciertos ángulos y jugar con la iluminación, y cada tanto la sorprendía con fotos espontáneas.
–Eres muy fotogénica –le dijo, observando una de las fotos donde ella sonreía sin saber que estaba siendo capturada.
Sheyla se ruborizó, y Taehyung, al notarlo, simplemente le sonrió con ternura.
Jennifer, quien compartía con Suga el gusto por la tranquilidad, aprovechó la oportunidad para sentarse con él en una cabina más aislada. Ambos hablaron de sus metas y sueños, y Jennifer se sorprendió de lo abiertos y honestos que se volvían sus intercambios.
–Siempre he sentido que la música es un refugio –dijo Suga con voz suave, compartiendo con Jennifer una parte vulnerable de sí mismo que pocas veces mostraba.
Finalmente, Jimin y Pilar estaban sentados en un rincón, charlando de todo y nada. Jimin, con su carisma natural, lograba que Pilar se sintiera en completa confianza, y poco a poco comenzaron a hablar de sus miedos y aspiraciones.
–Me alegra que hayamos tenido esta oportunidad de conocernos mejor –dijo Pilar, mientras Jimin asentía con una mirada profunda.
–Estoy seguro de que esta amistad solo crecerá –le respondió, tocando suavemente su mano en señal de apoyo.
El día transcurrió rápidamente, y antes de que se dieran cuenta, era momento de despedirse. Cada una de las chicas se llevaba consigo momentos preciosos, y mientras salían del estudio, se dieron cuenta de lo mucho que habían cambiado sus vidas desde que llegaron a Corea.
Caminando de regreso al apartamento, Maite comentó:
–Esto está empezando a sentirse demasiado perfecto… ¿no creen?
Las demás asintieron, sin querer romper la magia de lo que estaban viviendo. Sin embargo, en el fondo, todas sentían una pequeña inquietud, preguntándose hasta dónde las llevaría esta experiencia.
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Siete destinos un solo amor BTS
RomanceSiete amigas de distintos rincones de Latinoamérica se embarcan en la aventura de sus vidas al viajar juntas a Corea del Sur. Lo que comienza como un viaje de ensueño para conocer la tierra del K-pop y BTS, se convierte en una historia llena de emoc...