Confesiones y Corazones Acelerados
La experiencia vivida el día anterior aún estaba fresca en la mente de las chicas. Habían pasado la noche compartiendo impresiones y riendo juntas en su apartamento, recordando cada detalle y cada palabra que los chicos de BTS les habían dedicado. El clima en Seúl era perfecto, y aunque no tenían un plan específico para ese día, sentían que algo especial estaba por suceder.
Casi al mediodía, Maite recibió un mensaje de Jungkook: "Hey, ¿qué hacen hoy? Si están libres, les gustaría que saliéramos a dar una vuelta por el centro. Hay unos lugares que quiero mostrarles". Apenas leyó el mensaje, Maite soltó un grito de emoción y reunió a las chicas en la sala.
–¡Jungkook quiere que salgamos otra vez con ellos! –anunció, sus ojos brillando de entusiasmo.
No tardaron en alistarse y, tras unos minutos de arreglos y risas nerviosas, las chicas salieron rumbo al centro, donde los chicos ya las esperaban. Esta vez, el ambiente se sentía aún más cercano. Jungkook, quien había tomado la iniciativa, los guió hasta un famoso mural donde él y los demás chicos habían grabado videos en el pasado. Con una sonrisa traviesa, propuso hacer algunos videos y fotos juntos para recordar el momento.
–Este lugar tiene algo especial, ¿no creen? –preguntó Taehyung, mirando a Sheyla mientras señalaba el mural colorido detrás de ellos.
Ella asintió, y ambos se quedaron contemplando el arte en silencio. Entre risas y poses, cada pareja comenzó a tener momentos cada vez más personales. Después de tomarse fotos, decidieron pasar por una cafetería famosa en el barrio de Hongdae, conocida por su ambiente acogedor y sus postres únicos.
Mientras todos se acomodaban en una gran mesa, Jennifer se dio cuenta de que Suga la miraba de reojo. Sin poder evitarlo, le sonrió y él, un poco tímido, le devolvió la sonrisa. En ese pequeño gesto, ambos sintieron que había algo más que palabras entre ellos. Aprovechando la situación, los chicos empezaron a hacerles preguntas más personales, interesados en conocer más sobre sus vidas y sueños.
–¿Qué fue lo que las motivó a venir a Corea? –preguntó Namjoon, mirando especialmente a Arianny, quien estaba sentada justo a su lado.
Arianny dudó un poco antes de responder, pero al ver la genuina curiosidad de Namjoon, decidió abrirse.
–Desde hace mucho tiempo me sentía atraída por la cultura coreana. Para nosotras, BTS es más que solo música; es una inspiración, una motivación para luchar por lo que queremos.
Namjoon asintió, impresionado por la sinceridad de sus palabras. Arianny sentía que, con cada momento que pasaba, la conexión entre ellos crecía. Namjoon, tocado por sus palabras, le sonrió con una dulzura que le hizo sentir mariposas en el estómago.
Jungkook, al escuchar la historia de Maite sobre cómo había encontrado consuelo en la música de BTS, también sintió una conexión especial con ella. Sin pensarlo mucho, le confesó:
–Es curioso, porque cuando pensamos en nuestra música, solo esperamos que alguien, en algún lugar del mundo, encuentre en ella lo que necesita. Saber que tú lo hiciste… es algo que me llena de alegría.
Maite se sonrojó y, sin poder evitarlo, tomó la mano de Jungkook en un gesto espontáneo. Él la miró sorprendido, pero con una sonrisa encantadora que reflejaba la misma emoción que ella sentía. Mientras tanto, en el otro lado de la mesa, Dayana y Jin compartían sus postres. Jin, con su humor característico, hizo reír a Dayana al intentar hablar en español y decir frases divertidas que había aprendido.
–"Muy guapa," –dijo, esforzándose en pronunciar correctamente, mientras Dayana no podía parar de reír. La conexión entre ambos era evidente, y cada momento se volvía más especial.
Después de pasar un rato en la cafetería, decidieron dar una caminata nocturna por las calles de Hongdae. La atmósfera se volvía más íntima con la suave iluminación de las calles y los sonidos de la ciudad. Jimin y Pilar se separaron un poco del grupo, caminando por su cuenta mientras hablaban sobre sus sueños y metas. Jimin, quien solía ser reservado, se mostró genuinamente interesado en cada palabra que Pilar compartía.
–Sabes, nunca imaginé que conocería a alguien tan apasionada como tú –le dijo Jimin, mirándola a los ojos.
Pilar sintió cómo sus mejillas se encendían y, sin saber cómo responder, le sonrió tímidamente. Los demás también disfrutaban de momentos especiales, cada uno sumido en su propio mundo junto a su acompañante.
Finalmente, se despidieron, pero no sin antes hacer planes para otro día. Los chicos de BTS parecían tan encantados con ellas como ellas lo estaban con ellos, y la promesa de más encuentros futuros llenaba de emoción el corazón de cada una.
Al llegar al apartamento, las chicas se sentaron juntas en la sala, aún envueltas en la magia de la noche. Se miraron unas a otras, sin poder creer la conexión especial que habían desarrollado en tan poco tiempo.
–Creo que esto es solo el comienzo –dijo Paula con una sonrisa.
Y aunque ninguna sabía lo que el futuro les deparaba, todas estaban de acuerdo: este viaje estaba lejos de ser una simple aventura.
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Siete destinos un solo amor BTS
RomanceSiete amigas de distintos rincones de Latinoamérica se embarcan en la aventura de sus vidas al viajar juntas a Corea del Sur. Lo que comienza como un viaje de ensueño para conocer la tierra del K-pop y BTS, se convierte en una historia llena de emoc...