"Intercambiando diferencias"

Capítulo 1 "Chloe Meller"

Nada era más placentero que dormir abrazando tu almohada y sentir el frío que proporcionaba en la mano al estar debajo de ella. Las cortinas estaban corridas por completo, y el sol no entraba por ellas ya qué eran tan gruesas que era muy difícil que un rayo de luz se colase, así que por lo tanto estaba disfrutando del sueño, cuando de pronto escucho sonoros toques en mi puerta.

—Cariño ya son las 7:30 y se te va hacer tarde —me despierto algo alarmada y con cierta pereza, —ya que estaba disfrutando del sueño— aún dormida agarro mi celular que se hallaba en la mesa de noche y con dificultad abro un ojo para mirar la hora. La verdad esto ya es típico de mi querida madre, son las 7:10 A.M apenas, aún así, sin más quejas, me levanto y me dirijo a mi pequeño cuarto de baño.

El sentir el piso frío en las plantas de mis pies hace que un escalofrío recorriese por mi cuerpo, provocando que la piel se pusiera de gallina.

Luego de estar unos minutos en la ducha, ya me encontraba frente a mi closet lidiando que ropa me pondría hoy. Miro y giro mi cabeza pensando en que podría ponerme. Pero antes de ver más allá del montón de atuendos, me encontraba aún soñolienta e ida.

Mi mirada se desvió a una fotografía en donde me hallaba de espalda observando las altas colinas mientras la suave brisa elevaba mi cabello oscuro.

Un pequeño recuerdo de aquel día hace que sonría y de inmediato me interrumpo para evitar todo aquello y obligando a mi cuerpo a despertarse por completo empiezo a sacar lo primero que veo.

Unos blue jeans rascados que hace un año me quedaba perfectamente y ahora parece como si un gato hubiese echo con él lo que quisiera, pero al menos es cómodo. Una camiseta suelta con un emoji de guiño de lentejuelas doradas y unos botines a juego con esta. Cepillo mi cabello y lo dejo caer por mis hombros.

Camino rápidamente hacia mi escritorio el cual estaba en completo desastre, ya que la noche anterior no me dio tiempo de ordenarlo. Tomo mi mochila y bajo a la cocina.

Como era típico, mi madre servía el desayuno, mientras que mi padre estaba sentado en el taburete tomando una taza de café mientras leía el periódico.

—Buenos día —digo con una pequeña sonrisa de lado, mientras me acerco a mi padre para darle su beso.

—Buenos días hija —saluda mientras deja el periódico a un lado para  recibir mi pequeño beso.

Papá a pesar de pasar los 50 aun lucía muy apuesto, con sus canas que se asomaban por su cabello rubio oscuro .

Miro a mi alrededor y noto que mi hermana no está hoy desayunando con nosotros... Otra vez.

—¿Mamá, y Allison?, no la he visto desde ayer por la tarde —pregunto mientras comienzo a devorar mi desayuno, recordando la única vez que había visto a mi hermana.

Me estiro un poco para agarrar dos tostadas francesas más para seguir comiendo.

—Salió muy temprano cariño —escucho a mi madre decir, algo... seria. Aunque la verdad Allison —mayor solo por dos años—-, se la pasaba gran parte del día fuera de casa.

Después de lo que ocurrió hace unos años, se había vuelto realmente distante.

Termino de desayunar y junto con mi padre salgo de casa y nos dirjimos al auto, para emprender camino a el instituto.

☀☀☀

Ver el estacionamiento y parada del transporte publico abarrotados de estudiantes y profesores me hacen suspirar con pesadez.

Llegar y tener que ver a tantas personas provocan migraña.

Después de aquel accidente en el pasado me volví poco tolerante a la gente, quizás como mecanismo de defensa, por el miedo y trauma que quedó en mí.