8° ASESINO

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«Nací en un planeta en el que luchas o mueres, el máximo objetivo es sobrevivir, cuando te vuelves un sobreviviente. Los beneficios caen del cielo o en nuestro aterrizaje caso sobre un matorral de Sanud, el culto elemental de DarkSekai denominado la génesis, nos reclutó sin titubear y me convertí en un renegado del Quito Escuadrón. Ahora me dejaron la misión más peligrosa de todas como castigo; Atrapar a Bestia... Lo cual no resulta como yo creí que sería. Si lo lograba podía convertirme en miembro del Primer Escuadrón » conclusiones en cuanto se acomodaba el auricular en el oído izquierdo para escuchar con atención lo que ocurría dentro del hogar, sentado en una de las ramas del roble que lo mantenía oculto entre el frondoso follaje del árbol, tenía vista completa hacia el hogar por medio de una ventana con las cortinas recogidas y desde allí fue capaz de ver a su presa caminando de un lugar a otro mientras esperaba poder hablar con Herrie.


15 horas antes ...


— ¿Estás seguro de esto hermano? —Dijo mientras cerraba un cajón en el transportador.


—Nacimos para esto—Sonrió—Ah y no he atrevas a tocarla mientras no estoy.


Se encontraba sentado frente a los controles y tomo el volante, giro la mirada inspiro profundo antes de darse cuenta de que ya se encontraba en órbita con dirección a la tierra, pensó « ¿Hasta cuándo soportare estas porquerías jerárquicas?...Bueno el objetivo es fácil de matar» frunció el ceño antes de aterrizar en las afueras de la cuidad, miro a su alrededor pues aún era de noche en la ciudad de Bismark, miro al cielo estrellado y comenzó a caminar en dirección a la llamativa luz procedente del lugar en el que su objetivo se hallaba inmerso en la vida cotidiana de ciudad.


Mientras tanto el detective Reeves visitaba a Frederick en la librería, se encontró en frente del cartel rasgado de la tienda, extrañado miro detenidamente la puerta creyendo que a esas horas de la noche aún estaría abierta, extendiendo la mano en lo que tomaba el picaporte de la misma y el empujo seguidamente la campanilla molesta sonó y por supuesto nadie respondió a su introversión, había un olor putrefacto en la atmósfera del lugar lleno de libros polvorientos que deberían oler un papel conservado pero no era así, de inmediato Reeves noto en el suelo unas marcas negras de lo que parecía ser el líquido hallado en las escenas del crimen que involucraban a un asesino no encontrado, un sentimiento de temor recorrió su cuerpo y apenas logro reaccionar corrió hasta el cuarto secreto del viejo que por algún motivo que el desconocía seguía abierto.


El detective se encontró frente a frente con una pesadilla de cuentos hecha realidad, allí termino creyendo todo, hasta el más mínimo detalle que antes burlaba con escepticismo, jadeo y luego se cubró la nariz pues la terrible escena con la que se allá lo dejo casi. perplejo.


Salió del lugar con su pañuelo blanco cubriendo su nariz, y se sentó en el capo de su auto, el cual se encontró en el estacionamiento del centro comercial debajo de una farola con luz amarillenta, el hombre se fumó un cigarrillo hablando en voz alta para si.


— ¿Quién diría que las pesadillas son tan reales como los sueños?— Exhalo una nube de humo al terminar—Esa cosa, mato a Frederick de una manera tan grotesca y mucho antes de ello mato a mi hijo—Bajo la mirada—Necesito saber más, necesito descubrir su incentivo, el origen de su hambre.


Saco su móvil del bolsillo.


—Pero antes debo encontrar a su portador—Miro seguramente un número celular en la pantalla de su móvil antes de marcar—Hola, si...Soy yo, tenemos un brutal asesinato, dirección librería de La Antigua, cerca del centro comercial.

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