La Bestia

22° ASESORIA

— ¿Dónde estamos?— Dijo serio.

Kaiser fue detenido de hablar en cuanto Twist respondió.

—Galaxia Dual intus—Pronuncio el cubo azul.

— ¿Qué haces conduciendo mi nave? —Al apuntarle con un arma de plasma en la cabeza.

—Es una larga historia—Dijo sereno—Y acortando, Diron capturó a Valery ya Bestia porque fueron traicionados por Phaliant—Confundido—Fue más corta de lo que creí.

—Pinche reina de mierda—Dijo entre dientes—¿A dónde se dirigen?— Impero.

—Coloque un rastreador en la criatura que le distes a Valery y cuando sigues el rastro, te lleva a ...Prionix 5—Abrumado.

—Esa luna ni siquiera tiene oxígeno, llueve metano en ese lugar, tardaremos tres días en llegar de ser posible—Frustrado.

—Diron ya está allá—Frunció el ceño—Al parecer puede transportarse.

—¡Carajo!— Exclamó —¿Por qué estás ayudando? —Dijo Gneis serio.

—Me canse de estar del lado equivocado—Bajo la mirada algo arrepentido.

Los gneis son extremadamente leves y moderados.

Nunca creyó encontrar tanto potencial en alguien como Kaiser, respiró profundo salió del puente y se dirigió por el pasillo pensativo ¿Cómo podía ser siquiera posible que Bestia se entregara? ¿Tan fuerte y astuto era Diron? ¿Quién o qué era Diron? ¿Cómo pudo ralentizar su regeneración? ¿Cómo logro doblar a Bestia? ¿Acosa tenía alguna debilidad secreta de la que nadie sabía? Tanto pensar lo exasperaba y aturdía, pues sabía que Bestia no era muy paciente y que tarde o temprano haría a Diron cenizas.

Entro a la enfermería y se encontró de nuevo frente a todos inconscientes, se sorprendió porque su hermano y Nick estuviesen vivos, debido a que sus heridas eran simplemente mortales, por poco pierde a su hermano ya su leal amigo, pero termino perdiendo al final a la persona a la que prometió no abandonar, agobiado se sentó al lado de su hermano quien estaba conectado a una máquina de respiración, suplicando que despertara.

Prionix 5, Luna de Mackedon.

En la base experimental Prionix 5, aún descargaban las provisiones para las largas horas que estarían allí.

En el pasillo el sonido ensordecedor de los pasos le ofuscaban aún más la vista, estaba encerrada, encadenada y drogada a tal punto de que la luz eran simples y ardientes ases en la oscuridad, tenía hambre y estaba agresivo, había herido como Bestia a cinco. Guardias y se había propuesto a incrustar sus mandíbulas en cada uno de ellos, era de esperarse, tenía un fetiche con infundir el miedo a una escala inimaginable, pero Diron quien disfrutaba sus juegos profundamente se ofreció a entrar en la prisión del monstruo, entre esas. paredes hexagonales y los paneles de luz blanca normal y los cambios a luz ultravioleta lo tenían cegado al igual que a Valery, ella estaba indiscutible y completamente desnuda, su piel tersa, bien cuidada y por Bestia no poseían otras cicatrices excepto las que el mismo se. Había propuesto a producirle, Diron incentivado por ese trozo de carne en el centro de la habitación se quitó la camisa se rió al ver la expresión de Valery quien estaba tirada en ese frío suelo tirando levemente de las cadenas.

—Ya no te quedan opciones Bestia—Dijo serio al sentarse frente a los pies de la chica.

Ella lo observa llena de ira.

—No me odies, no soy yo quien te obliga a llevar este destino, después de todo tú solo eres un contenedor—Toco su pie derecho suavemente.

—¡Calla!— Espetó, abrumada por la droga que estaba en su sistema.

—Eso que está en tu sangre, te matará cuando yo quiera, pero hay algo más profundo y no me permito a mí mismo exterminarte Se rió.

Ella realizó un movimiento brusco con su pie para que él la soltará.

—Solo haces más difícil mi proyecto, quiero hablar con la mente detrás de todo este saco de huesos y carne—Se levantó molesto se dirigió a patear a Valery en el abdomen con tanta fuerza que esta escupió sangre en el suelo—¡Puedo seguir todo el maldito día!¡Y no podrás regenerarte! —Le grito.

—Hiere mi cuerpo todo lo que quieras, pero lo que sea que estés buscando no lo encontraras ni lo tendrás, he soportado peores dolores, contigo solo son piquetes de avispa—Resolló.

Él chasqueo la lengua paso su mano por su rostro y con su cuerpo encorvado opto por enterrarle sus costillas, la sangre era abundante, el dolor inevitable y los gritos entre todo ello insonoros tan agudos e imperceptibles que mientras Diron fracturaba una por una de sus costillas. y cuidadosamente las sacaba para amontonarlas a un lado de él, solo podía pensar en un único momento con Herrie en casa, se ahogaba con su propia sangre y Diron no parecía querer terminar, cuando saco todas las costillas del lado derecho saco su mano y la Limpie meticulosamente con un trozo de tela que arranco de su camisa frente a ella.

El olor a hierro impregnaba la habitación, y Diron quien se proponía a conectar los trozos de costilla para convertirlos en un mismo hueso tenía planos muy profundos para ellos, realizó un aro de tres vueltas y meticulosamente empezó a perforar la carne de Valery primero su piel. y luego su pulmón, se ahogaba con la sangre y palidecía por la falta de ella, casi no tenía oxígeno.

Y en ese momento hartado de la tortura salió Bestia enfurecido solo él podía torturarla, solo él podía cogerla y solo él podía poseerla, nadie más y menos Diron.

...quien tenía su quijada clavado entre la cola afilada de Bestia, la sangre cambio de olor y tal cual como salió, volvió a entrar en el cuerpo de Valery todo se reparaba, volvió a respirar y Bestia la cubría con su manto de piel ennegrecida.

Diron se burlaba mientras miraba a Bestia frente a él, la cabeza de su enemigo roto trecientos setenta grados y su cuerpo se alejaba de la cola de Bestia quien más imponente que nunca reclamaba su territorio.

Diron levantó su índice de dedo para que le dieran un segundo, pues necesitaba acomodar su cabeza para hablar.

—Estoy fascinado—Algo excitado—Le tienes un gran apego a esa cosa, pero ambos sabemos cómo termina.

—Nunca termina—Sonrió—No hay forma de que me lastimes y lo sabes.

—Si la hay—Suspiro.

—Muestra entonces tu acto—Le escupió en el rostro.

Diron se enfureció.

—¡Sera como menos esperas!— Exclamo al limpiar su cara y dijo con una sonrisa impertinente—El fin está cerca.

—El fin será el comienzo—Dijo serio al ver como Diron se retiraba.