18° INCISO

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En LightBeth, el palacio era asediado por una enorme ola de caos y desesperación, aunque era de cristal indestructible y sus paredes resistían hasta un Destructor de primer género, no era lo suficientemente fuerte para enfrentarse a las necesidades destructivas del ser llamado " Diron ".

Quién diría que su presencia en el mundo material causará tanto temor entre los Ligthtianis y que la mismísima Emperatriz Blanca Phaliant haya sido abrumada por la inesperada información.

Mientras caminaban entre los cristalinos pasillos y veían a los Guardianes entrar entre los muros para hacerse de sus armaduras, la Emperatriz guiaba a Kaiser a la oploteca a ver cada una de sus mortíferas armas.

Caminando a paso redoblado detrás de ella Kaiser intentaba hacer una simple pregunta solo por curiosidad.

—Mi reina—Logro decir al verla detenerse frente a las puertas oblongas de la oploteca—¿Qué está planeando?

—Entra—Camino hacia el umbral y dentro de la enorme recamara se encontró con millones de armas de ínter especies...hechas para destruir a Supra seres—Ninguna de estas acabará nunca con el obseso de Diron—Extendió la mano y entre las cadenas que parecían eternas en ese espacio oscuro y musitio, atrajo hacia sí misma una de esas armas—Esta es Crono.

—No logro entenderle—Frunció el ceño—Esa espada era de Kaliamon el Dios de la Creación.

Ella lo miro y luego observa a la espada flotando frente a ellos.

—Tu mismo lo has dicho...era de Kaliamon—Suspiro con pesar—Y ahora es de quien lo derroto.

—No me diga que es de Diron—Exaltado.

—No, afortunadamente es de alguien a quien no le importa el poder sino la destrucción—Roso el filo del arma y esta revelo unos símbolos ininteligibles a simple vista y en un lenguaje tan antiguo que se había perdido— Es de Pecus.

—¡Es de Bestia ahora es dueño del arma que controla el tiempo! —Gritó desesperado con la expresión helada y sus gafas cayendo poco a poco por su frente hasta llegar a cubrir sus ojos.

—A él no le importa esa arma—Trago saliva—Vive por la libido—Bajo la mirada—Pero si acepta esta arma, no la usara para el mal—Sonrió—Él es todo menos corrupto o mentiroso sabes.

Kaiser arqueó una ceja extrañado.

—Parece conocerlo mejor que nadie—Afable.

—No eso es lo que ha demostrado al no enfrentarse a mi—Levanto la mirada y regreso a la espada a su lugar.

—Diron vendrá en lugar de Zero—Dijo pensativo.

—Pues hará una carnicería si Bestia no viene primero—Dijo mientras salía de la oploteca.

Esmeralda marina, Peermayan 520.

Entretanto Twist orbitaba Seaesmerald, ya habiendo recibido un buen almuerzo la nave estaba preparada para dar el salto y dirigirse a LightBeth para informarle a la Emperatriz de Zero. Pero lo que no sabían era que su mayor preocupación ahora no sería Zero.

En la habitación de Gneis, él acaba de darse una ducha, mientras Valery aún dormía pero algo en su sueño parecía estarla perturbada y se levantó de golpe se incorporó para luego sentarse en la cama y observar a Gneis saliendo del baño con una toalla cubriendo su partes bajas y otra alrededor de su nuca para secarse los cabellos rojos que se encontraban empapados de agua tibia, en cuanto Valery se fijó nuevamente en su monumental cuerpo su piel se erizo y algo entre sus piernas un cosquilleo perturbador, se mordió un labio y sin querer gimió.

La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora