12° COLISEO

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«No era un buen momento, realmente no era un buen momento para nada» se dijo en sus adentros mientras continuaba desmayada.

Solo podía escuchar las voces de Drago, Gneis y Darkness al fondo con un eco aturdidor, le costaba abrir los ojos, le costaba demasiado respirar y el dolor en los huesos la estaban matando, sentía que cada jalón que le daban solo hacía que cada unión cartilaginosa en su cuerpo crujiera, tenía las piernas entumecidas y sentía la boca seca al intentar tragar saliva.

Quienes la sujetaban eran los Exterminio, quien diría que pasaba de mano en mano en un lugar tan vil como ese, por fin logro entre abrir los ojos y estos le ardían terriblemente, un rugido atroz salió de su garganta y uno de los Exterminio le golpeo. la nuca, ella gruñó y fingio estar inconsciente, escuchaba como sus pies se arrastraban sobre el suelo liso y como la multitud detrás de una puerta celebraba el sufrimiento de otros, jadeo al sentir que alguien la carga de una manera distinta.

—Shh—Chito al oírla balbucear—Aun no empieza.

Musitó su nombre con cierto alivio.

—Pelea o morirás aquí—Le susurro al oído, en lo que las dos grandes puertas estaban abiertas.

Ella con los ojos entre abiertos logró mirar la barbilla de Gneis y luego su cuello, notó que a pesar de la decisión que ella tomo él siguió allí, se preguntó y pensó en que nadie nunca había sido tan decidido en una tarea u objetivo, planteando en cuanto el resplandor del umbral la ofuscó, cerro los ojos y escucho atenta con el oído agudo que había desarrollado gracias a Bestia, las espadas chocaban contra los acorazados escudos y armaduras, los que escupían fuego lanzaban brasas y los que hacían hielo volvían álgida la arena azulada.

El Coliseum bautizado así por Zero en la Guerra de Canon Crysoniat hacia más de cinco mil años, estaba hecha para un combate cuerpo a cuerpo entre los exterminadores más letales del universo, pero ese día se enfrentarían cara a cara con el peor de todos.

Drago miró a Gneis con desaprobación en cuanto el chico sujeto bien a Valery para dejarla sobre la arena, le susurro algo al oído que sólo Nikola escucho, y se vio a los ojos antes de que Darkness los separara bruscamente, Drago retrocedió en cuanto discernió el aura siniestra de los monstruos en la arena que estaba cubierta por un domo de energía eléctrica. La audiencia guardo silencio ante los intrusos que detuvieron su entretenimiento, los monstruos en la arena observaron sádicamente a Valery que se levantaba con dificultad y dolor.

Ella dijo así misma.

«Tu puedes, no son peores que tu...recuerda lo dijo Gneis; " ellos te temen, todos lo hacen y debes saber cómo usarlo "».

Cerró los ojos y suspiro en lo que se percató de que estaba sola en la arena, bajo la mirada y en un parpadeo ya un monstruo había perforado su estómago e hígado, la sangre empezó a fluir lentamente de la herida y de su boca mientras sujetaba la enorme pinza que poseía la criatura con ojos verdes fosforescentes que parecía estar disfrutando el dolor insoportable por el que estaba pasando la chica, había algo raro en los otros monstruos que lo observaban y la multitud que aplaudía e incentivaba a la perdición de ella.

«¿Por qué solo me ven, deberían de estar peleando entre sí?» Se preguntó.

El monstruo sacó la pinza con lo que parecía ser un trozo de estómago, ella no entendía como seguía en pie mientras miraba a la enorme criatura tragarse con su boca de insecto ese trozo de ella, se cubrió la herida con las manos y cerró los ojos. , escucho un ahogó y luego una quemadura, la criatura color bermellón y aspecto de langosta empezó a deshacerse pero no como arena sino como una pasta viscosa y espesa de color rosado, el público horrorizado aplaudió la grotesca escena, las otras criaturas se miraron entre sí. y parecieron estar riendo, pues apenas el que tenía aspecto de Langosta se deshizo en la arena apareció una Quimera.

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