Capitulo 6

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La noche había caído sobre el pequeño departamento, envolviendo todo en una oscuridad suave y enigmática. Lady se encontraba sentada en la silla, con una postura relajada pero coqueta, disfrutando de la atmósfera enrarecida que se había creado entre ella y Delxer. Las sombras danzaban a su alrededor, realzando su figura y otorgándole un aire de seducción innegable.

—Así que, Delxer —comenzó, su voz baja y melódica, como si estuviera seduciendo a un amante—, ¿qué planes tienes para mí esta noche? Porque, honestamente, me gustaría pensar que no me dejarás simplemente aquí sentada, sin nada que hacer.

La forma en que sus ojos brillaban en la penumbra revelaba una mezcla de desafío y diversión. Ella sabía que estaba tocando un tema delicado, pero le encantaba provocar.

—No soy tu sirviente, Lady. —La voz de Delxer era firme, pero había una leve vacilación en su tono, lo que solo alimentó la picardía de ella.

—Oh, claro que no, pero todos sabemos que las reglas están hechas para romperse. Y aquí estoy, completamente a tu merced. —Se inclinó hacia adelante, su mirada fija en él, como si estuviera invitándolo a acercarse más—. ¿No es eso lo que te gusta?

Delxer mantuvo la mirada, intentando que su voz sonara autoritaria, aunque el deseo de ceder se sentía más fuerte que nunca.

—No te engañes. Esto no es un juego, y no tengo tiempo para tus travesuras. —Aun así, su voz tembló ligeramente, y Lady no pudo evitar sonreír.

—¿Travesuras? —repitió, dejando que el tono travieso de su voz se apoderara de la conversación—. A veces, solo necesitas dejarte llevar por el momento. La vida es demasiado corta para ser tan serio, ¿no crees?

Ella se enderezó, disfrutando del poder que tenía sobre él, y dejó que una risa suave escapara de sus labios.

—Después de todo, si vas a tenerme aquí atrapada, ¿por qué no hacerlo interesante? —dijo, sus ojos brillando de emoción—. Tal vez podríamos encontrar maneras... creativas de pasar el tiempo.

Delxer tragó saliva, sintiéndose atraído por la audacia de sus palabras. Lady se dio cuenta de que estaba logrando abrir una puerta que había estado cerrada.

—Dime, ¿qué tipo de "creatividad" tenías en mente? —preguntó él, su tono más intrigado que desafiante.

—Podríamos jugar a un juego, o tal vez, yo podría hacerte un favor... —Sus palabras flotaban en el aire, y la insinuación era palpable—. A veces, un poco de picardía puede desatar cosas inesperadas.

Lady se acercó un poco más, desafiando el espacio entre ellos, disfrutando de la forma en que su corazón palpitaba con emoción.

—Eres el que tiene el control, Delxer. Pero tal vez podrías dejar que un poco de diversión se colara en tu vida —sugirió, sus ojos centelleando con malicia—. Después de todo, ¿quién no ama un poco de travesura nocturna?

Delxer se encontró atrapado en su mirada, la tentación de ceder ante su desafío creciendo con cada palabra que ella pronunciaba.

—No deberías jugar con fuego, Lady. Puede que te quemes —advirtió, aunque su voz sonaba más como un susurro ahora.

—Oh, querido Delxer, —respondió con una sonrisa pícara—, creo que ya estoy un poco quemada. Pero eso solo hace que sea más emocionante.

Ella dejó que sus palabras se asentaran en el aire, disfrutando de la forma en que Delxer comenzaba a flaquear. La conexión entre ellos se sentía como una chispa lista para encender un fuego que podría consumirlos a ambos.

La oscuridad y La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora