Delxer y Lady se sintieron energizados por el desafío que se avecinaba. La idea de embarcarse en una misión para recuperar sus poderes, un camino lleno de peligros y descubrimientos, los unía aún más. Mientras se preparaban, la tensión entre ellos era palpable, cada momento cargado de promesas de aventura y descubrimientos.
Mientras caminaban por la ciudad, Lady no pudo evitar hacer algunas bromas, queriendo aligerar el ambiente. "¿Estás seguro de que puedes manejar todo esto, héroe de otro planeta? No querrás acabar como un pez fuera del agua," dijo, sonriendo mientras le guiñaba un ojo. Delxer se rió, disfrutando de su compañía y del alivio que traía su humor.
"Puedo ser un pez, pero seré un pez que nada contra corriente," respondió él con una sonrisa arrogante. "No subestimes el poder de un extraterrestre."
Esa noche, se retiraron a su pequeño departamento, donde la atmósfera era tranquila pero cargada de expectativas. Lady se sentó en el sofá, observando cómo Delxer preparaba algo de comer, mostrando una habilidad sorprendente en la cocina. "¿Desde cuándo eres un experto chef?" preguntó, con una mezcla de admiración y picardía en su voz.
"Los secretos de la cocina son tan complejos como los de la guerra," respondió Delxer, su mirada seria, aunque una sonrisa juguetona se asomaba en sus labios. "Además, no quiero que te desmayes de hambre antes de nuestra gran aventura."
Mientras la cena avanzaba, el ambiente se tornó más relajado, llenándose de risas y chistes. Lady se inclinó más cerca, su mirada traviesa brillando con intensidad. "Sabes, podría acostumbrarme a esta vida contigo, cocinando y haciendo bromas... si no fuera por la parte de las sombras y los peligros que se avecinan."
"Tal vez te guste más de lo que crees," respondió Delxer, desafiando su mirada. "¿Estás lista para enfrentar lo que venga? Porque no siempre será fácil."
"Siempre he sido buena en los desafíos," dijo Lady con una sonrisa audaz. "Además, tengo a un poderoso aliado a mi lado. No puedo perder."
La cena concluyó con una atmósfera ligera, pero cuando la noche se acercó, la conversación se tornó más seria. Lady miró a Delxer con preocupación. "¿De verdad crees que recuperar tus poderes será suficiente? Quiero decir, eres increíble incluso sin ellos."
"Pero necesito entender quién soy," dijo Delxer, su voz grave. "Es parte de mi identidad. Sin eso, siempre seré un extraño, incluso en este mundo."
"Te entiendo," dijo Lady suavemente, acercándose a él. "Y estaré a tu lado en cada paso. Juntos, podemos enfrentarlo todo."
Esa promesa flotó entre ellos, y la conexión que compartían se hizo más fuerte. En un momento de impulsividad, Delxer se inclinó y sus labios encontraron los de Lady en un beso que fue a la vez tierno y apasionado, una mezcla de emociones que habían reprimido durante tanto tiempo.
Cuando se separaron, ambos se quedaron mirándose, sabiendo que ese beso era solo el comienzo de algo más profundo. "Tal vez debamos hacerlo más a menudo," sugirió Lady con una sonrisa pícara, sintiendo el calor de la conexión entre ellos.
Delxer sonrió, sintiéndose más seguro de sí mismo. "Quizás necesitemos una buena motivación para mantener el enfoque en la misión."
Mientras la noche se prolongaba, ambos se sintieron más relajados, la tensión del día se desvanecía lentamente. Sabían que el amanecer traería nuevos retos, pero en ese momento, solo existían el uno para el otro, disfrutando de la compañía que habían encontrado en medio del caos.
Al día siguiente, la luz del sol filtró a través de las cortinas, y Delxer despertó primero. Observó a Lady, todavía dormida, con una expresión de paz en su rostro. Se sintió agradecido por su presencia en su vida, un faro de esperanza en medio de la oscuridad que lo rodeaba.