El beso se profundizó, convirtiéndose en un intercambio apasionado que encendía aún más la chispa entre Delxer y Lady. Cada roce de sus labios parecía desatar una ola de emociones, una conexión que los envolvía en un torbellino de deseo y picardía. Lady, sintiendo la creciente intensidad, se apartó un poco para mirarlo a los ojos, buscando el reflejo de su propia emoción.
—¿Ves lo que has desatado? —dijo, su voz suave y tentadora—. Esta noche es nuestra oportunidad de perder el control y vivir plenamente. ¿Estás listo para dejar atrás cualquier inhibición?
Delxer, aún con el aliento entrecortado, asintió. La confianza y la audacia en la mirada de Lady lo empujaban hacia adelante.
—Definitivamente estoy listo. —Se acercó más, tocando su rostro con ternura antes de dejar que sus dedos se deslizaran hacia su cuello—. Nunca imaginé que una noche podría ser tan... intrigante.
Lady sonrió, complacida por su respuesta. Era claro que él estaba dispuesto a jugar, y eso solo alimentaba su deseo de llevarlo aún más lejos.
—Entonces, continuemos con nuestro juego. —Ella hizo una pausa, su expresión se volvió juguetona—. Pero ahora, quiero que me cuentes un secreto que nunca has compartido. Algo que te haga sentir vulnerable.
Delxer sintió un escalofrío recorrer su espalda. La idea de abrirse de esa manera era intimidante, pero había algo liberador en la forma en que Lady lo desafiaba. Finalmente, decidió que valía la pena el riesgo.
—Está bien... —dijo, su voz más baja—. Siempre he tenido miedo de dejarme llevar completamente por alguien. A veces, me aferro tanto al control que pierdo la oportunidad de disfrutar realmente.
Lady lo miró con atención, comprendiendo la profundidad de su confesión.
—Eso es un secreto valioso —respondió, acercándose un poco más—. Pero quizás esta noche sea la oportunidad perfecta para que dejes de lado ese miedo y te permitas ser vulnerable conmigo.
—Eso suena... tentador —dijo él, sintiendo cómo la conexión entre ellos se volvía más intensa.
—Es solo el comienzo. —Lady sonrió de forma seductora—. Pero primero, necesito saber si estás dispuesto a dar un paso más allá. ¿Estás listo para dejarme guiarte?
Delxer sintió su corazón latir con fuerza. La mezcla de emoción y deseo lo envolvía, y sabía que quería explorar lo que significaba realmente dejarse llevar.
—Sí, estoy listo. —La seguridad en su voz le dio fuerza—. Solo espero que sepas lo que estás haciendo.
Lady rió suavemente, un sonido que vibraba con confianza y deseo.
—Oh, créeme, tengo una idea clara de lo que quiero. —Con un guiño, tomó su mano y la llevó hacia su cintura, acercándolo aún más—. Esta noche será inolvidable, y juntos crearemos recuerdos que nos acompañarán mucho después de que la luz del día regrese.
Con esa promesa flotando en el aire, Lady lo besó nuevamente, uniendo sus cuerpos en un abrazo lleno de pasión. Era como si el mundo exterior se desvaneciera, y todo lo que existía era el fuego que ardía entre ellos. La noche se convirtió en su escenario, y cada momento se volvió una oportunidad para explorar y descubrir nuevas facetas de sí mismos.
Lady se apartó un poco, mirándolo con una mezcla de desafío y deseo.
—Entonces, ¿qué dices? ¿Te atreves a perderte en esta noche conmigo y ver a dónde nos lleva?
—No hay vuelta atrás ahora —respondió Delxer, sintiendo que el impulso de la aventura lo llenaba—. Estoy aquí, dispuesto a explorar cada rincón de lo que esta conexión significa para nosotros.
