Park Sunghoon es un agente federal, pero, tras un incidente en su última misión ha sido relevado y degradado de su cargo, ahora, ha sido asignado a una misión como encubierto donde deberá ser el guardaespaldas del hijo de uno de los senadores más pr...
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Advertencia:En este capitulo se mencionan temas fuertes como la muerte. Favor leer con discreción, recordando que es ficción.
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P A S A D O
El reloj marcaba las 02:32 de la madrugada, la hora ideal para tomar de manera sorpresiva al enemigo, fue entonces cuando la operación se puso en marcha. El equipo BIMA era liderado por su Capitán, el Agente Yang Jungwon, el segundo a mando y co-capitan, el Agente Park Sunghoon y los tres miembros restantes eran los Agentes Kim Mingyu, Lee Chan y Choi Seungcheol.
Quienes eran pertenecientes de la unidad de "Secuestro y recuperación de rehenes". La operación era sencilla, debían recuperar sanos y salvos a los dos periodistas que habían sido privados de su libertad por el grupo terrorista de la zona.
La gran bodega de mercancía se extendía como un complejo laberinto de sombras, columnas metálicas y estanterías ridículamente enormes que creaban un entorno opresivo. Caminar en medio de los pasillos, se sentía como un juego del gato y el ratón, donde esperaban ser el gato que cazaba y no el ratón al que cazaban.
La operación había iniciado con una deslumbrante calma, como si nadie más que ellos estuvieran presentes en aquel lugar. El único sonido que se escuchaba era el de sus respiraciones y sigilosas pisadas, que estaban más planeadas que cualquier otra cosa.
Yang Jungwon lideraba la caminata, siendo consciente que por cada paso que daban adentrándose a aquella estructura, el ambiente se tornaba más tenso y sombrío. Habían estudiado previamente los planos del lugar, pero, estando allí era más confuso orientarse, debían dar cada paso con más cuidado del usual y encontrar cuanto antes a los dos periodistas.
Park Sunghoon avanzaba en un profundo silencio detrás de Yang Jungwon, atento a cada sonido y movimiento que pudiera percibir en medio de la oscuridad, con la ayuda de la poca luz que se lograba filtrar por los agujeros de la bodega. A un costado, tenía su arma lista para usarla, sabiendo que, en cualquier momento la situación podría cambiar.
De repente, un sutil murmullo tras un estruendo sordo que retumbo por la inmensidad del lugar llamó la atención del equipo BIMA. Yang Jungwon se detuvo levantando su brazo izquierdo con el puño cerrado, como señal de que se detuvieran, acto seguido, todos los miembros lo siguieron quedando estáticos en su posición, alerta ante cualquier movimiento o sonido.
— ¿Lo escuchaste? —Cuestiono por lo bajo Park Sunghoon sacando levemente su arma y manteniéndola con fuerza. —Ya saben que estamos aquí.
Yang Jungwon asintió. Su rostro reflejaba la concentración que lo caracterizaba, pero, también había algo de duda en el. Estaba evaluando la situación, buscando el origen del ruido. No podía dar un paso sin estar plenamente seguro.
