Park Sunghoon es un agente federal, pero, tras un incidente en su última misión ha sido relevado y degradado de su cargo, ahora, ha sido asignado a una misión como encubierto donde deberá ser el guardaespaldas del hijo de uno de los senadores más pr...
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Era domingo, uno de sus días de descanso de ser la sombra de Kim Sunoo porque durante los fines de semana volvía a casa, y entonces era el trabajo de Kim Joshua velar por la seguridad del pelirosa.
Sunghoon podía volver a casa durante esos días y encerrarse allí hasta el día Domingo en la tarde cuando debía retornar a su dormitorio. No obstante, había pasado primero por la agencia porque finalmente conocería al Senador Kim Joshua debido a una reunión que tendrían junto al Capitán Yoon.
Caminaba sin prisa a través de los pasillos del lugar con ambas manos refugiadas en los bolsillos de su pantalón y su vista direccionada hacia adelante.
Observaba rostros conocidos y otros no tan conocidos caminando o charlando por allí.
Su mirada enfoco a una persona a unos cuantos pasos de él, distraído hablando junto a otros dos agentes y sin prestarle demasiada atención.
Se detuvo en seco tras verlo, saco levemente las manos de sus bolsillos y las posiciono a sus laterales.
De repente, sentía nauseas.
Estaba frente a la persona que probablemente más lo odiaba en la faz de la tierra, y, aunque no quisiera, le importaba.
Este encuentro era diferente al que habían tenido en la cafetería, allí había sido uno pacifico, pero tras la corta conversación que había tenido con el contrario sabía que las cosas estaban lejos de estar bien.
El agente pareció percibir la pesada mirada que recibía desde la distancia y por un acto de inercia, volteo a ver hacia su lateral. Su rostro se desfiguró tras encontrarse con la mirada de Park Sunghoon sobre él.
Apretó con rabia sus puños y de inmediato comenzó a caminar hacia su dirección. —¡Park!
No tardo más de 8 segundos en llegar hasta el platinado abalanzándose sobre el para sujetarlo del cuello de su camisa y arrinconarlo contra la pared.
La mirada curiosa de algunos agentes estaba puesta en ellos.
— ¡¿Cómo es que puedes caminar tan tranquilo por estos pasillos?! —Grito exaltado empezando a respirar rápidamente mientras sus pupilas viajaban por el rostro del contrario en espera de alguna respuesta. —¡Eres un maldito insensible!
Sunghoon se quedo en la misma posición, simplemente mirándolo con una expresión difícil de descifrar.
— ¡¿Acaso ya no te sientes culpable y por eso eres capaz de pisar esta agencia?! —Volvió a inquirir enojado, mientras que, ponía su mano libre sobre la pared para generar otro tipo de apoyo. —¡Contesta maldito idiota!
Trago saliva.
Taehyun bufo molesto inclinando su cabeza hacia abajo por un par de segundos para volver a subirla para mirar a los ojos al contrario.
— Park, ¿Por qué mierda no has vuelto a contestar mis llamadas o mensajes? —Preguntó con un notable tono de dolor. —¿Crees que eres merecedor de la tranquilidad que has vivido desde ese día?
