Estaba próximo a terminar su semestre, pero, cada día era más insoportable que el anterior. La carga académica que estaba teniendo le resultaba abrumadora. Había días donde pensaba una, dos e incluso tres veces si realmente era necesario levantarse de su cama y salir de su dormitorio para ir a clases.
Deseaba que se acabará el semestre y finalmente, obtener un descanso. No solo de la universidad, sino, de todo lo demás.
Ese día era uno de esos, había reconsiderado cuatro veces si era necesario asistir a su clase de las 7:00am, pero, decidió que necesitaba un descanso ese día. No tenía ganas de escuchar hablar al profesor Beom durante las dos horas de clase, sin detenerse a preguntar si todos estaban entendiendo el tema o no. Tampoco en detallar lo suficiente los rostros de sus estudiantes, que siempre lucían confundidos y distraídos. Sus clases eran confusas y solo asistía porque no quería atrasarse, así que, debía aprobarla.
La habitación aguardaba más frio del usual, quizá se debía a la ausencia de Nishimura, quien se había ido desde la noche anterior, excusándose con que daba igual si se iba desde el jueves o el día sábado. Solo sonrió divertido tras escucharlo y se despidió de él, como de costumbre lo hacían. Nishimura continuaba teniendo sus huidas ocasionales, pero, él ya no lo acompañaba. Suficiente había tenido con la de la última vez.
Estar solo consigo mismo, le daba más espacio a sus pensamientos para merodear por doquier sin detenerse en ningún momento. No le gustaba sobrepensar, pero, cuando no lo hacía, se sentía más solo de lo usual, así que, intentaba abrazar todos los pensamientos que se le cruzaban por la cabeza porque era la única manera en la que la soledad no se sentía tan fuerte.
Se permitió tomarse un instante, uno de tantos que solía darse ahora. Se apoyó en su cama y se dejó caer sobre ella quedando con sus brazos extendidos y observando directamente al techo. El color café que invadía todo su panorama le traía más recuerdos de los que le gustaría. Era el primero que solía escoger el platinado en la clase de arte, sin razón alguna, siempre era la primera pintura que elegía.
Sin desearlo, volvió a recordarlo todo.
En su mente, aún estaba vivida la imagen de un Sunghoon herido disculpándose con él, asegurándole que le explicaría todo y resolvería cada una de sus dudas cuando lo deseará. Recordó como tras darse la vuelta para caminar lejos de él aún sin querer hacerlo, las lagrimas rodaron por sus mejillas empapando sin piedad su rostro.
Había llegado a casa encontrándola vacía, como de costumbre, con la única diferencia que ese día se sentía mas desolador que cualquier otro. Nishimura lo había seguido en todo momento, guardando silencio y siguiendo sus movimientos, con miedo de que emitiera alguno peligroso. Se giró hacía él y le preguntó si él ya sabía sobre la identidad de Sunghoon. Tras recibir la afirmación sin vacilar del más alto, terminó explotando. Recordó haberle gritado, culpado e incluso empujado echándolo de casa y dejándole claro que no quería verlo nunca más.
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PRETEND | Sunsun
FanfictionPark Sunghoon es un agente federal, pero, tras un incidente en su última misión ha sido relevado y degradado de su cargo, ahora, ha sido asignado a una misión como encubierto donde deberá ser el guardaespaldas del hijo de uno de los senadores más pr...