Park Sunghoon es un agente federal, pero, tras un incidente en su última misión ha sido relevado y degradado de su cargo, ahora, ha sido asignado a una misión como encubierto donde deberá ser el guardaespaldas del hijo de uno de los senadores más pr...
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— Agente Park, explique a detalle porque dice que la misión se vio comprometida.
— Kim Sunoo confesó tener sentimientos por mí. He reaccionado de acuerdo con la situación y le he manifestado que sus sentimientos no son correspondidos. —Explicó sintiendo la pesada mirada de su capitán sobre él. —Desde el día sábado en la noche, se ha mantenido distante pese a mis intentos de acercamiento, él se niega a ello.
El Capitán Yoon suspiró enderezando su espalda y subiendo sus manos entrelazadas hasta la superficie de su escritorio.
— La misión solo se verá comprometida, si usted, Agente Park, siente algo por el custodiado Kim Sunoo, porque eso influiría en su toma de decisiones y nublaría su juicio. —Abrió el folder donde estaba el histórico del caso leyendo las notas que habían allí. —Entonces, Agente Park, mientras este en la ejecución de su misión, evite desarrollar algún sentimiento por el custodiado, aquello no es profesional.
— Si capitán.
— Hasta ahora, ha hecho un buen trabajo. Los superiores están conformes con su trabajo y esperan que lo culmine con éxito. —Confesó hojeando las observaciones que el agente Park había hecho anteriormente.
— Si capitán. Seguiré trabajando como hasta ahora para garantizar el éxito de la misión.
El Capitán Yoon asintió. —La misión culminará pronto. En dos semanas será la revelación de los resultados de la candidatura del senador Kim Joshua y hasta después de ese día, usted Agente Park, podrá dar por finalizada la misión.
— Lo tengo presente, Capitán.
— Bien. —Respondió dándole vuelta a la carpeta donde se visualizaba en blanco algunas paginas enseñándoselas al agente. —Diligencia tus observaciones de esos días. El papeleo y registro de información también es importante, no solo proteger el bienestar de Kim Sunoo.
— Si Capitán, de inmediato. —Contestó tomando la carpeta entre sus manos y dirigiéndose a la pequeña sala de reuniones que había dentro de esa habitación.
Le parecía extraño como el ambiente podía cambiar de un momento a otro.
— Terminé de hablarte como tu capitán, Sunghoon.
Sonrió levemente.
— Si me distraes, probablemente la información que diligencie, este errada.
— Cosas más difíciles haz hecho, niño. —Chisto su padre sentándose frente a él. —¿Cómo estuvieron las vacaciones del fin de semana?
Dejó de escribir por un par de segundos hasta que volvió a retomarlo.
— Sung. —Musitó el hombre haciendo uso de su voz paternal. —¿Has estado bien?
Le dolía el pecho cada vez que su padre hacía esa pregunta, pocas veces era capaz de hacerla, pero, cuando la hacía, sentía que su corazón dolía.
