Primera Vez

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POV: Meena Chatamonchai

No soy capaz de pensar con claridad ante la forma en que su dulce aroma a flores comenzaba a deslizarse por mis fosas nasales envolviendo todo el interior de mi cuerpo; ella no lo sabía, pero me estaba haciendo perder la cabeza. Rápidamente dejé mis manos sobre el colchón negándome rotundamente a tocarla, realmente hice lo mejor posible por no pensar en que la tenía bajo mi cuerpo, consiguiendo de esa forma sentir la fuerza con la que estaba bombeando mi corazón, este latía con tal grado de violencia que no tardó en envolver mis oídos impidiendo de esa forma el poder escucharla con claridad. Sinceramente, si ella me llegaba a preguntar qué era lo que me estaba ocurriendo, no tengo ni la menor idea de que excusa colocar, ni siquiera sé la razón del por qué vine a su habitación, mucho menos el por qué había decidido beber o el motivo por el cual estaba confesando todo lo que mi mente creaba, francamente, no sé el motivo de mi actuar, menos el propósito de mis acciones, y si debo ser completamente sincera al respecto, me aterraba el no poder explicar lo que me estaba sucediendo. Al final, decidí tomar una buena bocanada de aire a la vez que me erguía presionando mi trasero sobre sus caderas, permitiendo ver lo que tenía frente a mí. Bruscamente me quedé sin aliento ante lo que tenía bajo de mi cuerpo; Aoom estaba recostada sobre el colchón con su bonito cabello castaño esparcido sobre las blancas sábanas mientras que su bonita mirada verdosa brillaba bajo la luz de la luna. Tragué saliva ante la inesperada resequedad en mi garganta que me causó ver la forma en que ella me estaba mirando. Esta era la primera vez que alguien me veía como si estuviese esperando que me quitara la ropa. Eso me hizo sonrojar, podía sentir las mejillas junto con las orejas hirviendo mientras que mi mirada estaba fija en la forma en que ella se llevaba el dorso de su mano tratando de cubrir el evidente sonrojo que envolvía todo su rostro.

No lo había notado en un principio porque simplemente no quería aceptarlo, pero Aoom era como una especie de muñeca de porcelana: tan pequeña y delgada, junto con esa piel que resalta en la nieve del Norte acompañada por aquellos penetrantes ojos verdosos idénticos a la brillante primavera. Tenerla cerca significaba sentir una brisa fresca, aquellas que fácilmente podrían llegar a revolver mi cabello y erizar mi piel. Se sentía como estuviese en plena primavera, con los árboles verdosos y las frutas brillando sobre las ramas, mi corazón, emocionado por su presencia anhelaba llegar a más, pero eso me aterraba... me aterraba no saber hasta donde era capaz de llegar. Por impulso tragué saliva a la vez que posaba mis ojos en su rostro notando la forma en que me veía, ¿Por qué? me cuestioné a la vez que llevaba mis dedos contra mi propia camiseta; estaba ardiendo, me sentía como estuviese en pleno verano, con los fuertes rayos del sol chocando contra mi piel desnuda como si estuviesen tratando de advertirme que si no me protegía no tardarían en quemarme. Entreabrí los labios sintiendo la fuerza con la que mi pecho subía y bajaba. Tenía sed... estaba sedienta, pero sentía que sí tomaba la decisión de alejarme de ella, entonces no tardaría en perderla, y el pánico de no volver asentirla era mucho más alto que el mismo miedo que me causaba el no saber hasta dónde quería llegar.

Era estúpido, lo sé, yo era consciente de lo tonto que era el pensar que podría perderla cuando ella misma había suplicado mantenerse cerca de mi, pero no podía evitarlo. Por impulso alejé mi mano del colchón para presionar suavemente mis dedos sobre su mentón aprovechando del hecho de que ella hubiese bajado sus manos dejando su rostro expuesto. Con calma dejé mi pulgar descansando sobre su labio inferior sintiendo la suavidad de su piel, ¿Por qué? me cuestioné viendo atentamente como el sonrojo en sus mejillas empeoraban con el pasar de los segundos, ¿Por qué me asusta tanto la idea de llegar a perderte? y no podía entender mis propias emociones. Sinceramente, todo esto era algo nuevo para mí, ¿Posesión? ¿Celos? ¿Vergüenza? yo no era de esa forma... así que, ¿A qué se debe mi comportamiento? ¿Por qué razón deseo tanto devorarla? ¿Acaso no quiero que nadie más la tenga? Amplié mis párpados al sentir como sus delgados y delgados dedos se aferraban al contorno de mi muñeca. Mantuve toda mi atención en la expresión que, realizado su rostro, no me mires de esa forma, supliqué sintiendo un extraño dolor que gatilló debajo de mi cintura, por impulso me removí sobre su cadera sintiendo como mi entrepierna en vez de calmarse, simplemente comenzaba a latir con una violencia que me puso de los nervios.

La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora