¿Quieres Que Te Enseñe?

184 17 0
                                    


POV: Meena Chatamonchai

Continué caminando a través del frio y largo pasillo sin poder evitar el sorprenderme ande lo irritada que me sentía por culpa del mero recuerdo de mi esposa de rodillas con la mejilla visiblemente lastimada mientras que ese bastardo de sonrisa arrogante estaba de pie viéndola como si fuese alguna especie de insecto, le di una muerte indolora... debí torturarlo por un siglo, pensé sintiendo mi sangre burbujeando en mi interior por lo misericordiosa que fui a la de decidir el castigo. Sí ya el hecho de notar el estúpido rostro de Jeongin frente a la puerta ya me había hecho molestarme, el ingresar en la habitación y observar la forma humillante de como su propia familia trataba a Aoom me hizo volverme loca. Francamente me sorprendió el no haber perdido el control en ese momento. Sinceramente, aún no sé el por qué me mantuve con tanta calma, ¿Acaso me aterraba la posibilidad de asustarla? me cuestioné dándole un pequeño vistazo a mi acompañante quién seguía silenciosamente en mis brazos, ¿Acaso me da miedo tu rechazo? y no podía saber el por qué siquiera me lo estaba planteando, ¿Realmente eso me preocupa?, sinceramente no debería ser así, a mi no me debería importar lo que ella haga o diga, pero entonces... ¿Por qué no puedo sacarte de mi mente?, me cuestioné manteniendo mi amplia mano sobre su delgado muslo para llevar la otra hacia su rostro notando como ella seguía manteniendo los párpados cerrados, se supone que a mi no debería importarme tu vida, pensé mordiendo el interior de mi mejilla ante la repentina frustración que atacó mi interior. Decidí suspirar acomodando a mi esposa sobre mis brazos, pensando seriamente que el mantener mis manos cerca de su rostro sería peligroso, rápidamente me percaté de lo ligera que era, a pesar de estar con un vestido evidentemente pesado, seguía siendo tan liviana que me preocupaba su delgadez, ¿Estará comiendo bien? pensé posando nuevamente mis ojos en su cuerpo notando sus dedos delgados aferrándose a los botones de mi pecho, ¿Por qué te ves tan frágil? no era realmente mi intención el seguir haciéndome preguntas, pero cada vez que mis ojos se encontraban en su figura no podía detener las dudas que saltaba en mi interior.

Tendré que cambiar el menú, pensé con seriedad mientras que continuaba caminando. A pesar de que deseaba mantener mis ojos al frente, no pude evitar el desviar la mirada regresando toda mi atención a su rostro notando como ella había presionado su mejilla sana contra mi hombro derecho tratando de esa forma el poder conciliar el sueño. A simple vista no parecía estar interesada en mi o por lo menos no estaba preocupada de ser lastimada, mantuvo sus párpados completamente cerrados permitiendo que yo pudiese ver sus facciones sin sentirme incómoda por llegar a toparme con sus verdosos ojos. Mi estómago se revolvió de una forma extraña en el instante que mi vista se enfocó plenamente en su mejilla, ésta estaba de un tono rojizo y ligeramente inflamada, se podía notar fácilmente la marca de unos dedos sobre su piel, lo que indicaba que la habían sostenido con la suficiente fuerza para abrirle la piel; el daño comenzaba desde su cuello hasta un poco más arriba de su ceja, ella era pequeña por naturaleza y la manos que la atacaron eran lo suficientemente grande para marcar toda su facción, lo mataré, pensé sintiendo mis dedos temblar sobre su delgado y frágil cuerpo, hijo de perra haré que tu mundo sea un infierno, estaba furiosa, podía sentir cada fibra de mi cuerpo contrayéndose ante la rabia que carcomía mis pensamientos, no debiste tocarla, bastardo, no debiste ponerle un dedo encima... sufrirás, Marqués, me encargaré de que jamás olvides lo que hiciste. A pesar de que realmente esta no era la primera vez que sentía tanto odio, si que era verdad, que era la primera vez que lo estaba sintiendo por ver a alguien más lastimado.

Tomé grandes bocanadas de aire mientras que estiraba mi mano agarrando con las yemas de mis dedos el mentón ajeno. Ella sorprendida por mi audaz movimiento simplemente se enderezó viéndome directamente a los ojos tratando de poder entender el por qué había decidido tocarla, francamente, me hubiese gustado darle una respuesta a la pregunta que emitían sus bonitos ojos, pero ni yo entendía mi comportamiento. Rápidamente mi corazón comenzó a latir, sinceramente, no tengo ni la menor idea del por qué lo hice, pero de forma impulsiva y sin tener tiempo de poder pensar en mis actos decidí inclinarme presionando mis labios sobre su mejilla sana sintiendo como ella hundía sus dedos sobre mi hombro izquierdo tratando de no perder el equilibrio. Fue un acto tosco y seco de mi parte, una acción sin experiencia, pero aún así, cuando me alejé de ella pude notar que a pesar de mi actitud y comportamiento, ella no pudo evitar el sonrojarse, así que rápidamente llevó sus manos contra su rostro tratando de que yo no me percatase de la forma en que se había avergonzado.

La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora