Advertencia: Este capítulo contiene lectura gráfica y violencia explícita, si eres sensible a las situaciones de violencia y abuso recomiendo saltarse el capítulo.
Narrador Omnisciente
Aoom estaba acostumbrada a vivir bajo la sombra de su despreciable hermano mayor, ella era la menor de la familia Marquesa y la única mujer entre los dos varones que poseía aquella casa noble. Fue concebida durante una noche de pasión entre el Marques y una mujer del burdel, por ese motivo la gente la despreciaba, sobre todo, los de la capital. Luego de unos difíciles nueve meses Aoom nació durante una fría noche de invierno siendo acompañada únicamente por su madre; estaban dentro de una cabaña vieja y destrozada, aquella mujer de no más de veinte años lloraba con sus piernas abiertas mientras que le pedía a los dioses que por favor el sufrimiento acabase y que su bebe naciera con vida, sí... ella la quería, a pesar de todo, a pesar de las circunstancias que tenía, aun así deseaba que Aoom naciera. Fueron ocho horas de parto, ocho horas de sufrimiento absoluto en la soledad y oscuridad de esa fría noche. Aun cuando las cosas no parecían estar a su favor, de todas formas, se las arregló para traer a la pequeña Aoom al mundo escuchando por primera vez su llanto resonando contra las frágiles paredes de aquella inestable cabaña. El Márquez al enterarse de que el bebe había nacido vivo, no dudo en dejarle claro que jamás la reconocería, era imperdonable, y hasta se podría llegar a decir que era vergonzoso que alguien como Aoom portara la sangre pura de un noble, por este motivo hizo todo lo posible para que nadie supiera de su existencia, pero no contaba con que la niña nacería con los ojos verdes turquesa y el cabello castaño como las ramas del roble. Aquellos colores eran característicos de la familia Marquesa, nadie más que ellos poseían esos matices, por esa razón trato de matar a la niña, pero su madre la protegió.
Aoom tenía solo cinco años cuando vio morir a su madre por las sucias manos de su padre. Se suponía que iba a ser un cumpleaños feliz, igual de felices como habían sido los otros cuatro anteriores, como siempre espero con ansias que su madre llegara de trabajar con un pequeño pastel del porte de la palma de su mano, ella a pesar de ser pequeña sabia la importancia que tenía el celebrar el día de su nacimiento ya que su madre se encargó de afirmar que fue el día más feliz, así que no podía contener su emoción por celebrar el día que hizo feliz a su madre. Su madre a pesar de estar cansada y con uno que otro moretón nuevo adornando su bello rostro, de todas formas, se arrodillo dándole una cálida sonrisa como si le estuviese tratando de decir que no había nada de qué preocuparse Aoom le creyó, porque como niña era normal el creer en las palabras y acciones de su madre. La pequeña Aoom espero que su madre terminara de cantar para cerrar sus ojos, ansiosa balanceo sus pies en el aire mientras que inflaba sus mejillas, pedir los tres deseos era difícil porque tenía muchas cosas que deseaba, pero aun así termino por pedir seguir siendo la felicidad de su madre. Al estar segura soplo la única vela ya desgastada sobre el pequeño pastel hasta que la oscuridad la rodeo.
Al abrir los ojos espero escuchar las palabras de aliento de su madre y esa característica sonrisa radiante que llenaba la oscuridad de su pequeña habitación, pero por primera vez en su corta vida fue testigo del pánico en aquellos bonitos ojos castaños que estaban enfocados en algo que claramente no podía observar. Curiosa de notar su miedo no dudo en girar su rostro notando fácilmente a aquel alto hombre de ojos verdes viéndola con un odio que erizo su piel. Al ser pequeña no fue capaz de reconocer el significado de sus palabras, pero sonaba molesto, así que por inercia se inclinó hacia el pecho de su madre quien no dudo en abrazarla para tratar de protegerla. Esa fue la primera vez que Aoom, estuvo asustada, el desconocido rápidamente saco algo debajo de su capa, no podía ver bien por el cuerpo de su madre, pero era la primera vez que escuchaba el pánico en su voz. ¿Qué sucede? Se cuestionó sintiendo algo caliente en su pecho, confundida trato de mirar percatándose de que esa sensación se esparcía por todo su cuerpo empapando por completo el vestido que, con mucho esfuerzo su madre le había cosido.
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La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabe
De TodoElla era una mujer fría como el clima de sus tierras. No tenía emociones, y el desapego emocional era lo suficientemente grande para ser considerado un problema. Los rumores dicen que estaba maldita, era de conocimiento público que nació con una mal...