¿Deseas Morir?

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POV: Meena Chatamonchai

Nos encontrábamos en el interior de mi habitación. Yo estaba en un completo silencio sentada en el borde de la cama mientras que mi ahora esposa se encontraba de rodillas en el suelo, justo entre mis piernas, con sus manos envolviendo suavemente con una tela las visibles quemaduras que mantenía en mi palma. Probablemente se estén cuestionando qué Demonios sucedió para que las cosas terminaran hasta este punto. Bueno, luego de lo que ocurrió en mi agitado entrenamiento, Aoom prácticamente me arrastró hacia mi cuarto, ni siquiera tuvo que usar las palabras para obligarme a tomar asiento sobre mi colchón. En sí, actuó con tanta rapidez que antes de siquiera darme cuenta de lo que estaba ocurriendo, ella ya había abandonado la habitación, como si ya estuviese prácticamente acostumbrada a estar rondando a través de mi hogar. Yo no dije nada, básicamente no tuve tiempo de quejarme cuando ella ya me había dejado sola, así que simplemente, con una sorprendente obediencia me mantuve en mi sitio esperando con calma a que ella regresara. No tardó más de un par de minutos, cuando hizo acto de presencia cerrando lentamente la puerta detrás de ella pude sentir como cada musculo y fibra de mi cuerpo se tensaba, al punto de que no fui capaz de moverme al notar su evidente cercanía a mi anatomía. Francamente, no era tonta, me había percatado fácilmente de que ahora nos encontrábamos a solas, así que mi cuerpo no dudó en comenzar a reaccionar ante una posible situación que obviamente no tenía pensado en dejar que ocurriese. Por impulso, antes de que mi esposa se terminara de acercar, crucé una pierna sobre la otra mientras que inclinaba mi torso hacia delante tratando de esa forma de ocultar cualquier suceso extraño y que pudiese generar incomodidad entre ambas. Como me había inclinado, permití inconscientemente que mi codo quedara cómodamente puesto en mi muslo alzado. Pude sentir la mirada de mi acompañante, pero fingí no notarla a la vez que dejaba caer mi mentón sobre mi palma sana.

Sinceramente no esperaba que Aoom se terminara de acercar, mucho menos esperaba que, de un solo movimiento se las hubiese arreglado para sacar mi pierna sobre mi muslo para luego simplemente abrirme de pierna. El calor no tardó en cubrir vergonzosamente mis orejas mientras que veía con aturdimiento y sorpresa la manera en que ella sin siquiera dudar de sus acciones se arrodillaba frente a mí, ¿P-Por qué? me cuestioné sintiendo mis manos temblar ante lo cerca que estaba de mí, ¿Por qué no se sentó en la cama? y no lo entendía, no podía comprender sus acciones sin importar cuantas vueltas le diera al asunto. Como era de esperarse me quedé paralizada en mi sitio sintiendo la fuerza con la que estaba latiendo mi corazón ante la manera en que ella había agarrado de mi muñeca para poder inspeccionar con calma el verdadero daño en mi palma. Solo me tomó un par de segundos el comprender que ella no quería hacer nada más que no fuese mirar el estado en el que se encontraba mi mano, así que hice mi mayor esfuerzo por relajarme. En silencio encorvé mis hombros tratando de cubrir, aunque fuese un poco mi abdomen y cintura mientras que veía con interés la forma en que ella comenzaba a ver mi piel sin estar siendo consciente del hecho de que su rostro estaba a escasos centímetros de mi entrepierna.

Ahora que estábamos a solas y en un completo silencio me pude dar cuenta del hecho de que yo no tenía ni la más menor idea de quién era la mujer que en estos momentos estaba de rodillas sosteniendo mi mano. Francamente, todo fue mi rápido, de un momento a otro apareció una misteriosa mujer en la entrada de mi hogar y no se movió a pesar del aguacero que cubría su delgado cuerpo. Sigo sin saber el por qué se me propuso, aún no sé qué es lo que realmente quiere de mí, no sé si con el pasar de los meses su actitud cambiará permitiendo que su verdadera personalidad salga a flote o si se mantendrá como lo está haciendo ahora, no lo sé, y sinceramente, ni siquiera sé si en el momento que cambie me sentiré decepcionada o no de ella. Solo sé tu nombre, pensé con mis orbes fijos en la manera en que ella mantuvo. sus dedos sobre mi muñeca mientras que, con su otra mano no dudó en comenzar a buscar la tela que había traído consigo. Realmente me casé con una completa desconocida, pensé mientras que mantenía mis ojos fijos en la forma en que ella había comenzado a envolver mi mano con aquel pedazo de tela. Continué sumergida en mis pensamientos, pero siendo consciente de mi alrededor. De esta forma me pude percatar de la cálida manera que ella tenía para tratar mi mano, ¿Acaso le gustará ayudar? pensé sin tener realmente curiosidad por su comportamiento, ¿O talvez será parte de su plan? y no podía evitar el cuestionarme si realmente la mujer que estaba viendo era real o simplemente estaba hecha a base lo que alguien más le pidió ser.

La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora