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La oscuridad me envuelve como un manto pesado, un abismo del que no puedo escapar. No hay luz, solo un silencio profundo que parece absorber todo sonido, como si el mundo hubiera dejado de existir. Pero en medio de esa calma inquietante, hay algo más: una presión intensa en mi pecho, como si un peso invisible me aplastara contra el suelo.

Intento moverme, pero mi cuerpo es un bloque de hielo, inmóvil y ajeno. La opresión se intensifica, una mano fría y firme que aprieta cada vez más, robándome el aliento. ¿Por qué no puedo gritar? ¿Por qué no puedo abrir los ojos? La desesperación comienza a abrirse camino entre la neblina de mi mente.

Recuerdos vagos flotan en mi conciencia, imágenes distorsionadas de rostros y lugares. Pero todo se disuelve rápidamente, como arena entre los dedos. La presión en mi pecho se convierte en un eco ensordecedor, un latido que resuena en mis oídos, cada golpe como un recordatorio de que aún estoy aquí, atrapado en este limbo.

¿Ya acabó todo?

Los neófitos...

¿Qué ocurrió?

¿Ganamos o...

¿O estoy muerto?

Un susurro lejano se filtra a través de la oscuridad, una voz familiar que me llama, pero no puedo responder. La angustia se mezcla con la confusión; intento aferrarme a ese hilo de sonido, a esa conexión con el mundo exterior, pero la opresión sigue siendo implacable.

N-No te atrevas a terminar esa frase, Jasper Hale.

—Pero, Jae...

—¡No!— me separo lo suficiente para mirarnos a los ojos, los suyos destilan una triste melancolía y dolor que me parten el alma de sólo verlo— Sin rey no hay príncipe y sin príncipe no hay rey. Lo mismo es con nosotros, sin ti no estoy yo, y sin mí no estás tú. Deja de decir mierdas sólo porque te llegó la inspiración para decirlo...

Y el muy maldito me besa, después de darme tres paros cardiacos me besa.

—No quiero perderte.— susurra con su frente unida a la mía, sus ojos cerrados y sus labios rozando los míos.

—Ni yo a tí...

Jasper...

Eso fue... Después de asesinar a James...

¿Dónde...

—Vaya, me alegro de ser tu payaso personal.— replico sarcástico, cruzándome de brazos.

—Sabes que eres de todo menos eso, príncipe.

Frunzo el ceño y volteo a mirarlo.

—¿Príncipe?

—¿Qué? Exceptuando al rey, el príncipe es el más importante en la monarquía, además de que ejercen un papel importante en la vida de su pueblo. Y tu eres eso para mí, Jae, eres mi príncipe.

¿Dónde está Jasper?

¿Por qué...

¿J-Jasper...

—¿Te gusta?— pregunta tímido, sus manos en su espalda y mirando el suelo.

—¡Es increíble!— le dedico mi mejor sonrisa, me mira y sus ojos brillan de cariño, sonriéndome con dulzura y calidez— ¿Cómo encontraste este lugar?

Se encoge de hombros, vociferando:— Un día que huía de Alice y sus ansias por ir de compras.— río por lo bajo ante su mueca— Simplemente lo vi y desde entonces lo considero mi lugar.— se acerca lo suficiente para tomar mi mano y guiarme más cerca del río. Sólo diré que si intentará ahogarme, espero que no, le va a salir el tiro por la culata— Ahora puede ser tuyo, si quieres.— susurra, otra vez tímido.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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