6⎟✶ La muerte está aquí

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Dante

Dije que mi último acto hacia ella sería dejarle en paz, vivir su vida lejos de mí y el desastre, pero... ¿A quién engaño? Ella pertenece a mi lado siendo mi mujer.

Y que los miembros de la cópula se quejen ante los ataques constante de Livia contra la organización, exigiendo hacer algo, me da la excusa perfecta para volver por ella.

—Es una mala idea —murmura Lucy, con los dientes tan pegados que rechinan—. ¿Quieres negociar con la mujer que te traicionó?

—Pienso lo mismo —añade Marcelo, va caminando con los hombros caídos de mala gana—. Lo que propusiste a la cúpula es jodido.

Marcelo actúa como lo haría un adolescente enojado, pero no lo suficiente como para desobedecer a sus padres. Siempre tiene el ceño fruncido y apesta a tabaco.

—Según lo recabado, la señorita Nicoletta podría tener información que desconozcamos, sin mencionar que necesitamos algún infiltrado dentro de SSAM para facilitar las cosas —me apoya Ruslavok.

Tiene razón, después de que supieran que Riona era parte de la organización sacaron a todos nuestros infiltrados de la policía. Riona fue expulsada por orden mía hace tiempo, tal y como se lo prometí el día que me apuntó. Es bueno que lo entendiera y no volviera a aparecerse por aquí.

Juego con el collar sobre mi cuello, el anillo que mi esposa arrojó al piso cuelga de la cadena como si fuese un dije, lo he conservado ahí como el recordatorio de que no podrá deshacerse de mí.

Si mi amor la tortura, entonces esa será mi manera de vengarme.

El intento de mi captura se expandió por todas las demás organizaciones, quienes creyeron que eso debilitaría a la alianza, intentaron atacarme como si me encontrara débil y les devolví el favor cortando las cabezas de sus mejores soldados y enviándolas a sus capos. Porque la organización está más fuerte que nunca. Mi único y mayor error sucedió con Livia. He estado enojado desde que se llevaron al niño, y no me importa estrujar las entrañas de cualquiera que se pare al frente y me haga enojar.

—Entonces, ¿tienes un plan?

Lynette me observa, me sigue el paso al interior del museo, donde la diversión apenas va a empezar. Observo arriba, mis hombres ya están colocados en puntos estratégicos y esperan mi orden para actuar.

—Yo siempre tengo un plan, que no se te olvide.

—No lo tuviste el día que se lo llevaron

La odio un poco porque tiene razón y no me gusta sentirme como un idiota. Fui yo el que la trajo, le prometí que los mantendría fuera de peligro y le fallé. Ahora su hijo está desaparecido y no tenemos ni una sola pista de dónde podría estar.

—Lo siento, en serio, es que ya no puedo ser paciente. Es mi pequeño al que se llevaron. —su semblante tiembla.

Decir la verdad, teniendo en cuenta quién es el padre real del niño, no solucionaría las cosas.

—¿Qué harás si fallas? ¿Y si tu plan fracasa y se niega a ayudarte?

—Esa es la cuestión, Dante Volsoyosky jamás volverá a fallar.

Legado maldito [2.0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora