Nicoletta.
—Entonces... ¿Ella los crío a ustedes?
Mi pregunta debe ofenderlo porque tuerce el gesto y se pone en guardia. De nuevo me tiene practicando en el césped. Creo que se ha encaprichado con esto, no me dejará en paz hasta que le demuestre que no soy una presa fácil. Pero qué difícil es lograrlo cuando patea mi trasero docenas de veces y recuerdo todos sus años de experiencia peleando en comparación mía.
—Livia no es mi madre adoptiva, si es lo que te preguntas, incluso aunque me burlé llamándola así antes. Ella jamás me toleró ni de niño, pero hay algo de razón en lo que sugieres.
Esquiva mi golpe, la daga sale volando, me limpio el sudor y lo miro suplicante, pero él niega. No habrá descanso hasta que logre evitar que me desarme otra vez.
—¿Recuerdas que una vez te hablé del escuadrón W?
Asiento y recojo de nuevo mi arma, fue cuando le pregunté de su pasado. Dijo que era el proyecto de Davide Volsoyosky, quien se obsesionó con la idea de formar un escuadrón de asesinos y secuaces leales hasta la muerte, por lo que comenzó a secuestrar niños para educarlos a su manera.
—Davide era un bárbaro, sus entrenamientos hostiles terminaban matando a la mayoría de los niños, pero en algunos casos, había sobrevivientes. Lynette, Francesco y yo somos un ejemplo. Los tres fuimos recluidos por él cuando aún éramos niños, nos forzó a dominar peleas y estrategias, hasta moldearnos a su antojo. Todos crecimos en la misma casa.
Por eso Lynette se refería a él como su familia, y en cierto modo, Francesco también lo había hecho un año atrás. Cuando dijo que se criaron codo a codo, que eran buenos amigos hasta que Dante le robó a su novia. Quisiera saber si esa parte de la historia también es cierta, pero preguntarlo me haría parecer muy interesada en él de una forma que es mejor no evidenciar.
—Livia jamás pudo darle un hijo, sé que tenían problemas por eso. Y por ello, Davide decidió que su futuro heredero sería uno de los niños del escuadrón W. Era muy receloso con la organización cuando estaba al mando, creo que ese era su verdadero amor. Fue entonces cuando nos puso a todos los varones a combatir entre nosotros, cada fin de mes teníamos que asesinar o morir, hasta que la pelea del próximo sucesor se redujo a Francesco y a mí.
»Por aquel entonces éramos muy buenos amigos, lo consideraba un hermano, así que ya imaginarás cuánto sufrimos cuando Davide nos ponía a pelear, esperando que uno de los dos terminara matando al otro. Recibimos castigos muy severos por negarnos a herirnos de gravedad cuando peleábamos. Pero jamás logró doblegar nuestra voluntad.
Las semanas que conviví con Francesco en la prisión, aunque se la pasaba hablando pestes de Dante y lo mucho que deseaba poder asesinarlo, siempre sentí que jamás lo decía en serio. Creo que lo que más le dolía era que en el fondo, seguía apreciándolo mucho.
Vuelvo a atacar a Dante, esta vez logrando evitar que me desarme, lo que hace que asienta en un gesto aprobatorio y me dé un merecido descanso. Tomo la botella con agua que está sobre el pasto y la bebo. Estoy tan agotada que las piernas pronto van a fallarme, al menos mi tobillo se curó hace unos días.
—Los mismo hombres de Davide comenzaron a tomar un bando, a tener cierto favoritismo ya fuese por Francesco o por mí y Livia no fue la excepción. No sé exactamente qué vio en Francesco, pero lo adoraba tanto como si fuera su hijo, él era huérfano desde bebé, así que no le costó ver a Livia como una figura materna. Ella quería que él fuese el próximo sucesor de la mafia.
—Adivino, pero Davide decidió que serías tú.
Un gesto arrogante le cruza los labios para después asentir.
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Legado maldito [2.0]
Mystery / ThrillerContinuación de Legado Oscuro. Nicoletta ha seguido adelante, dejando atrás una vida que no quiere recordar, pero, ¿se puede olvidar el pasado si el hombre con el que te casaste vuelve a encontrarte? Con mentiras, traiciones y engaños sin resolver...