Legado maldito [2.0]

2⎟✶ Rosas blancas

Nicoletta

El infierno está en la tierra y soy yo el que decide quienes son castigados. Como prueba de mi amor, te demostraré qué tanto puede arder.

Ese fue el último mensaje que envió.

Está castigándome, demostrando que por más que me esconda, él es quien decide cuándo encontrarme. Siempre sentí que su mente era una peculiaridad que moría por descifrar, pero ahora solo creo que me enfrento a un demente al que hice enojar mucho.

Dante ha estado fuera de juego, pero eso no quiere decir que sea menos peligroso. Las investigaciones pasadas revelan que su principal mercado son las armas y bombas, vende cargamento para ejércitos clandestinos y en el informe de Ugine, se menciona que tiene operando varios bares nocturnos que no se han podido localizar.

Jolie está usando una camiseta con estampados de estrellas, lo que la hace ver mucho más fuera de lugar que el resto. Hasta donde sé, Jolie es hija de un importante congresista, entró por palancas pero se esfuerza por demostrar que tiene talento.

—¿Ya te enteraste? —Sus ojos parecen nerviosos—. Esta mañana la inspectora mandó a un escuadrón para infiltrarse en el campamento que descubrimos. Pero creo que ellos ya sabían que eso pasaría, el lugar estaba vacío, fue una emboscada. Pusieron bombas y ahora hay muchos oficiales heridos por las llamas.

Te demostraré que tanto puede arder.

—¿Cómo ocurrió?

—Las cajas de mercancía que encontramos, ¿recuerdas las balas no? Cuando los agentes las abrieron, ¡boom! La inspectora está furiosa, buscando su rastro pero no hay nada. Simplemente desaparecieron. Cree que Volsoyosky está burlándose de todos aquí.

—Entonces el campamento en sí era un montaje. Ni siquiera se molestaron en seguirnos o matarnos...

Comprendo que mi intuición tenía razón.

Incluso todas esas pistas falsas durante semanas que me llevaron a creer que eran del gremio de la brujas. Corrí directo a ese lugar creyendo que había logrado dar con Livia y su organización, pero era falso. Una treta que me puse Dante. Siento los latidos contra mi pecho, ¿todo fue planeado por Dante? Los mensajes, el campamento fingiendo ser de otra mafia.

—Ustedes dos. —Escucho la voz de la inspectora detrás de mí—. Irán en una misión a las afueras hoy.

—¿Qué? —Jolie titubea—. Pero, ¿y lo de esta mañana? Pensé que estábamos en una etapa crítica y...

—Eso no importa. —Los ojos de la inspectora se clavan en mí—. A menos que alguien por aquí esté escondiendo algo.

—Tengo mi conciencia tranquila.

—Maravilloso. Partimos en dos horas.

La primera vez que fui en una misión con SSAM, estaba decidida pero tan aterrada que la inspectora se empeñó en enviarme en decenas de misiones seguidas. Pero ahora, entre más misiones se me asignan, mejor voy analizando hasta qué punto SSAM puede ser capaz de algo, así que aunque Ugine crea que me castiga, solo me facilita las cosas.

Dos horas es el tiempo que podría usar para despejar mi mente, pero en su lugar voy a practicar al campo de tiro abierto. La única cosa que el desgraciado de mi padre me enseñó fue a disparar, preciso y siempre acertado. Sé cómo sujetar en un arma desde que tenia seis años gracias a él, así que no necesito tantas lecciones sobre cómo disparar.