Capítulo 10

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Narra Bri:

Algo me hace cosquillas en la cara, en la boca, en la nariz, en los ojos. Intento apartar lo que sea con la mano pero solo consigo darme un tortazo en la cara. Oigo una risa y quiero abrir los ojos pero tengo tanto sueño que me cuesta mucho hacerlo. Al final consigo abrirlos y veo a Alex a mi lado sonriendo.

-Buenos días, pequeña.

Miro hacia la ventana y veo que el cielo aún está oscuro.

-Todavia es de noche -me quejo, y escondo mi cara en su pecho.

-Son las cinco y media. Tenemos que volver a la casa o sino se darán cuenta de que no hemos dormido allí.

Se levanta del sillón y me deja sola. También me levanto y voy hacia la puerta, al abrirla el frío me envuelve por completo. Siento los cálidos brazos de Alex a mi alrededor y le rodeo la cintura para estar más cerca. Caminamos en silencio hasta la casa y no nos separamos hasta que llega el momento de que cada uno se vaya a una habitación diferente. Le doy un beso antes de ir a la habitación y cerrar la puerta. Jenn está dormida boca abajo en una de las camas. Yo me tumbo en la otra y echo en falta los brazos de Alex a mi alrededor.

Sé que no hace mucho que nos conocemos pero ya me he acostumbrado a él. Me gusta estar a su lado.

(...)

-¡BRI! -me grita Jenn justo al lado del oído.

Busco a tientas su cara y cuando la encuentro bajo mi mano hasta el cuello de su camiseta y la agarro con fuerza. La atraigo hacia mi mientras me levanto un poco.

-No me grites -la amenazo- tengo mucho sueño.

La suelto y vuelvo a caer sobre la almohada tapándome la cara con las manos. Miro hacia un lado y veo que el reloj marca las siete de la mañana. Solo he dormido una hora y media desde que volví con Alex de la cabaña.

-¿Dónde estuviste toda la noche?

Me cuesta un rato procesar sus palabras. Finalmente me siento en la cama, apoyando la espalda en la pared. Ella sigue mirándome, esperando una respuesta.

-Durmiendo.

-¿Dónde?

-En un sillón -verdad- en el salón -mentira.

-En el salón no hay ningún sillón.

Mierda.

-¿Donde has estado? -pregunta de nuevo.

-¿Tenemos que hablar de esto ahora?

-Sí.

-Vale. Estaba en una cabaña con Alex.

-¿Solos? -asiento- ¡Oh, dios mio! ¿Lo habéis hecho?

-No. No pude.

-¿Y él qué dijo?

Parece emocionada con este tema.

-Nada.

-¿No le importó?

-No. ¿Podemos dejar este tema?

Ella asiente y se levanta. Coge sus cosas y va hacia la puerta y antes de salir me mira.

-Por cierto, nos vamos en cinco minutos.

Me levanto y cojo mis cosas lo más rápido que puedo. Paso por el baño para hacer mis necesidades antes de ir al salón. Salgo rápido cerrando la puerta y me choco con un cuerpo.

-Lo siento.

Alex me sujeta de los hombros sonriendome. Cuando sonríe entrecierra un poco los ojos y tiene un pequeño brillo junto al iris. Eso me gusta.

-Venía a buscarte. Solo faltas tú.

-Ya he terminado.

Me dispongo a andar hacia la puerta de salida pero él pone su brazo alrededor de mi cintura y me lo impide. Me atrae hacia él y me pega a su cuerpo. Después da un paso adelante y mi espalda choca contra la pared del pasillo. Pone sus manos en la pared, junto a mi cabeza. No duda en besarme. Y yo no dudo en responderle.

-¡Ejem! Tenemos que irnos.

Alex sonrie sobre mis labios, lo que me provoca sonreír también. Quita sus manos de la pared y se aleja lo suficiente para que pueda separarme de la pared.

-Teneis que dejar de interrumpirnos -le digo a Jenn que nos espera al comienzo del pasillo con los brazos cruzados sobre el pecho.

-Pues no os lo monteis en medio de un pasillo. Podrían haberos descubierto, alguno de vuestros padres -nos señala con un dedo a ambos.

Salimos de la casa activando la alarma y dejando la puerta cerrada con llave. Los padres de Alex ya se han marchado porque pronto tienen que ir a trabajar. Mis padres y Josh están en nuestro coche, esperándonos. Se me ocurre una idea, no sé si funcionará pero debo intentarlo. Miro a Alex hasta que él me mira.

Mi mirada va de él a Jenn, de Jenn a Alex y luego a su coche. Él asiente ligeramente entendiendo lo que quiero decir. Me acerco a la ventanilla del conductor de nuestro coche y espero a que mi padre la baje.

-¿Podemos ir Jenn y yo en el coche de Alex? Así no iremos tan apretados.

Mi padre se lo piensa un momento y luego asiente, dándonos permiso.

-No, espera -dice Josh- ¿a quien le meto mano yo ahora?

-¡AJÁ! -grita Jenn a mi lado- ¡entonces reconoces que me metiste mano!

-No te enfades, sólo estaba jugando -se ríe.

-Ya basta -dice mi padre- nos vemos en casa.

Arranca el coche, alejándose por el camino de tierra que lleva a la carretera. Me acerco dando saltitos a Alex, quien me abraza nada más llegar a su lado y me besa dulcemente.

-Agh -se queja Jenn mientras nos subimos al coche. Yo en el sitio del copiloto y ella atrás- preferiría que tu hermano me metiese mano a aguantaros a vosotros dos todo el viaje.

-No te quejes -le dice Alex mirando por el espejo retrovisor- tú haces cosas como estas con Colton.

La veo sonrojarse un poco.

-¿Y tu como sabes eso?

-¿Recuerdas que él es mi mejor amigo? Me cuenta sus experiencias -se ríe.

De repente me doy cuenta de una cosa con respecto a ese comentario.

-Tu no le habrás contado nada a Colton, ¿verdad? -le señalo con un dedo.

Su pecho deja de subir y bajar, lo que indica que está aguantando la respiración y abre los ojos.

-A partir de ahora no lo haré -declara.

-Más te vale.

-Pero no puedes acusarme. Yo sé que vosotras dos también os lo contáis todo.

No respondo nada porque tiene razón, aunque no lo admitiré.



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