Capítulo 3

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Ayer básicamente no hice nada. Hoy me he despertado casi a las doce del mediodía y hace demasiado calor para hacer algo.
Mis amigas se han ido a la playa así que no contestan mis llamadas. Pensé en escribirle a Alex pero justo antes de enviarle el mensaje recordé que hoy se va a Cancún.

Hago zaping en la tele. Dios, me aburro mucho.

Suena el timbre de la puerta principal. ¿Quien podrá ser? Me levanto del sofá y voy a abrir la puerta. Alex está sosteniendo una bandeja con dos platos de espaguetis con salsa de tomate.
Sonrío y le dejo pasar.

-He pensado que tendrías hambre -dice poniendo los platos sobre la mesa.

-¿Que haces aquí?

-Vengo a comer.

-No, que haces aquí en el pueblo. ¿No deberias estar en un avión con destino a Cancún?

-Yo no voy, ya he estado en Cancún. Además -me mira y sonrie- aquí hay mejores vistas.

Me sonrojo al darme cuenta de que se refiere a mi. O eso creo. Nos sentamos en la mesa, él delante de mi y comenzamos a comer.

-¡Dios, esto está buenisimo!

-¿Sí? Creo que tendré que hacerte de comer más amenudo.

-¿Lo has hecho tu?

-Pues claro -sonrie con autosuficiencia.

Sigo comiendo hasta dejar el plato vacío. Cuando los dos terminamos voy a lavar los platos y los seco para devolvérselos.

-¿Cuanto tiempo estarán tus padres en la ciudad?

-Una semana más o menos.

Coge los platos y se queda mirando el suelo y rascándose la nuca. Le miro mientras sonrio, está nervioso.

-¿Quieres ver una peli en mi casa?

-¿Cuándo?

-Ahora.

-Está bien. Espera.

Subo corriendo a mi habitación y cojo mi móvil. Entro al baño y me echo rimel.

¿Que estas haciendo, Bri? Él no te gusta. ¿O si?

Bajo las escaleras y cojo las llaves de la mesa. Alex ya esta esperándome en la puerta. La cierro con llave y vamos a su casa.

-¿Que peli vamos a ver?

-¿Que te parece V de Vendetta ?

-Ya la he visto. Siete veces.

-¿En serio? -dice abriendo la puerta y dejándome pasar.

Su casa es de concepto abierto, como la mía aunque la mía tiene un pasillo en la entrada. Va a la cocina y deja los platos.

-Sí.

-Me sorprendes, nunca había conocido a una chica que le gustase esa peli. ¿Cuál quieres ver?

-¿Has visto Elysium o Chappie?

-¿Te gustan las de ciencia ficción?

-¿Y a quien no?

-A la mayoría de las chicas.

-Pues yo soy de la minoría -sonrio.

-Te adoro -susurra- he visto Elysium pero Chappie no. Vamos.

Bajamos al sótano. Hay una barra de bar y una pequeña cocina a un lado y a otro, la pared esta llena de estanterías en las que hay películas y videojuegos con una tele gigante en el medio de la pared. Y delante un gran sofá.

Alex está delante de un ordenador buscando la película. Mientras yo me siento en la esquina del sofá al lado de la pared. Pone la película en la tele y se va detrás de la barra. Me llega un olor a mantequilla mientras escucho las palomitas explotar en el microondas. A los pocos minutos viene con un cuenco de palomitas y dos refrescos y se sienta a mi lado.

Estamos en silencio mientras transcurre la película.

-Esos tíos son un poco raros, mira el pelo de ella -susurra sonriendo.

-No te metas con Yolandi.

-¿Eres fan?

-Yolandi y Ninja tienen un grupo de música y los escucho.

-¿Que música hacen?

-Electro-rap. Es la música de la peli.

Siento que me está mirando y giro la cabeza hacia él.

-¿Que?

-¿Te gusta el rap?

-Sí.

Pone cara de cachorrito y me río.

-Eres perfecta, ¿te quieres casar conmigo?

Me entra la risa tonta y no puedo dejar de reír. Cuando consigo parar la película casi ha terminado. Alex se levanta para llevar el cuenco de las palomitas vacío a la barra.

-Bueno, me voy a mi casa.

No espero a que responda, voy hacia las escaleras. Cuando empiezo a subir noto que está detrás. Demasiado cerca para mi gusto, me pone nerviosa.

Cuando llegamos arriba pasa por mi lado y nuestras manos se rozan. Siento una chispa de electricidad durante un segundo y deseo que no se aparte, pero lo hace. Me abre la puerta principal y sonríe. No puedo evitar devolverle la sonrisa, nunca puedo.

Me acerco con la intención de salir pero hay un hueco muy pequeño entre él y la pared. Le miro intentando darle a entender que se aparte un poco pero no lo hace. Podría decirse que parece una estatua que no para de mirarme.

Da un paso hacia delante y ahora está más cerca. Yo doy uno hacia atrás y me choco contra la pared.

¿Pero que haces? No te apartes de él. Iba a besarte.

Ojalá la voz de mi cabeza se callara alguna vez. Yo no quiero que me bese. Bueno, claro que quiero que me bese. Es complicado.

Da un paso más hacia mi. Está a tan pocos centímetros que puedo notar su respiración. En ningún momento ha dejado de mirarme a los ojos y yo tampoco he dejado de mirarle. Trago saliva y abro ligeramente la boca. Hasta ahora no me había dado cuenta de que había dejado de respirar. Dejo escapar el aire que retenía y vuelvo a tragar.

Él baja la mirada a mi garganta y sonríe ligeramente. Después, muy poco a poco, se aparta y abre más la puerta para dejarme salir. Me quedo unos segundos en el mismo sitio esperando a que mis pies reaccionen. Cuando soy capaz de moverme salgo lentamente. Alex me coge de la mano y le miro.

-Hasta pronto. -dice sonriendo.

-A-adios. -tartamudeo.

Me doy la vuelta y voy lo más rápido que puedo a mi casa.

Cuando cierro la puerta me apoyo contra ella y suspiro. Él casi me besa y yo me he apartado. Soy idiota. Soy estúpidamente idiota.

ImpronunciableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora