Capítulo 11

150 17 1
                                    

Estos dos últimos días han sido insoportables, las temperaturas han subido, no se puede salir a la calle sin derretirse. Y yo ya no aguanto más, odio el calor. Si fuera por mi taparía el sol como en uno de los episodios de Los Simpsons donde el señor Burns tapa el sol y Springfield se queda a oscuras. Pero claro, eso no va a ocurrir.

Alex, Colton, Jenn y yo vamos a ir esta noche a cenar, como una cita doble. Es mi primera cita con Alex y estoy un poco nerviosa. A decir verdad estoy muy nerviosa.

-No sé qué ponerme -le digo a Jenn.

-Pruebate este.

Me lanza un vestido negro que me llega hasta la mitad de los muslos y tiene una parte de tela negra transparente como escote que llega hasta por encima del ombligo, formando una V.

-Hmm -murmura con la mano en la barbilla- ponte estos.

Me pasa unos tacones de plataforma negros con la suela roja.

-Estás perfecta.

(...)

-¿Lista? -me pregunta Jenn.

Yo solo puedo asentir. Sé que es una tontería, solo es una cita no voy a un matadero donde vayan a matarme o algo por el estilo. Solo es una cita.

-Alex te va a hacer trillizos cuando te vea -añade.

Me río de su comentario y salgo de casa antes de cambiar de opinión. Me acerco al Range Rover a la vez que veo a Colton salir de la casa de Alex. Lleva un traje bastante elegante y va directamente hacia Jenn. Después sale Alex, vestido con un traje gris oscuro y una camisa blanca. Y no lleva corbata, cosa que me gusta.

Ese traje le hace parecer más... Le queda... muy bien. Marca sus... músculos. Está tan... sexy.
No dejo de tragar saliva con la boca abierta mientras se acerca a mi.
Se para a medio metro y me observa de arriba a abajo.

-Estás preciosa, pequeña. Realmente preciosa.

-Tú estás... increíble.

Me besa ahuecando sus manos en mis mejillas.

-Te lo dije -oigo decir a Jenn- seguro que ha pensado en hacerte trillizos cuando te ha visto.

-Jenn, ¿por qué no aprendes a cerrar la boca?

-Oh vamos, es parte de mi encanto.

Nos subimos al coche, Colton y Jenn atrás y yo en el sitio del copiloto.

Tardamos casi media hora en llegar al restaurante, que está a las afueras.
Se llama Silk's Garden y está lleno a reventar, hasta hay una cola de gente esperando fuera para conseguir una mesa.

-Creo que aún estamos a tiempo de ir a un Mc'Donalds -dice Jenn.

Alex me coge de la mano y me lleva hasta la puerta principal, saltandonos toda la cola. Esperamos en la recepción donde aparece un hombre canoso y con un traje negro muy elegante a los cinco minutos.

-¿Tienen reserva?

-Alex Castro.

-Oh -suspira el hombre, parece sorprendido- siganme, por favor.

Los cuatro le seguimos a través del salón y las mesas.

-¿Habías hecho una reserva? -le susurro.

-No -sonrie.

-Aquí esta su mesa. En seguida les traigo la carta.

Nos sentamos alrededor de la mesa, Alex a mi derecha y Jenn a mi izquierda.
No tardamos mucho en elegir la comida y cuando el camarero se va noto que las manos me empiezan a sudar. Respiro hondo y cuento hasta diez tres veces antes de que Jenn empiece a hablar.

ImpronunciableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora