Diez años después

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A sorpresa de muchos, diez años habían pasado desde la gran batalla. Desde aquel enfrentamiento con Dahlia, la vida había sido sorprendentemente tranquila. La paz se instaló en nuestra familia y Hope, mi bebé, ella creció para convertirse en una niña llena de felicidad, con una gran habilidad para hablar causada por su papá Kol.

Hoy estábamos en la casa donde por lo visto Marcel había sido esclavo, querían organizar una reunión familiar y Marcel dijo que era tiempo de buenos recuerdos en el lugar que si si algo había aprendido era que aveces el pasado aunque duro es significativo.

Finn había regresado a su cuerpo original hacía ya algunos años, y también había marcado su unión conmigo, completando así el lazo entre mis almas gemelas y yo. Kol ese día estaba bastante ansioso ante la idea de que tendría que estar siempre con sus hermanos, mientras que mi otra alma gemela, Klaus, aunque no lo dijera en voz alta estaba feliz.

En un rincón del gran jardín, Davina se acercó a la mesa donde todo están comiendo con una sonrisa radiante, y sus ojos brillaban con una mezcla de nervios y emoción.

—Tengo algo que contar —dijo, atrapando la atención de todos—. Jeremy y yo... vamos a tener un bebé.

Todos soltamos una exclamación de alegría, y Marcel fue el primero en abrazarla, no sabía cuando su pequeña niña del ático había crecido tanto, yo fui la que la abrazó después sintiendo la emoción de mi amiga y cuñada.

Después de la noticia, Klaus propuso un brindis, y Elijah no tardó en poner algo de música suave. Nos quedamos bailando hasta que llegó la noche, bailando lentamente bajo las luces tenues que colgaban de los árboles. Uno a uno, mis almas gemelas me rodearon, y mientras bailábamos, compartíamos miradas y sonrisas que no necesitaban palabras. Cada uno de ellos tenía un lugar especial en mi vida, un lugar que había sido construido con amor, sacrificio y perdón. Me abrazaron, susurrando palabras dulces que me recordaban que había sido por ellos que habíamos llegado tan lejos, y que ahora estábamos en un lugar seguro y estable.

—No puedo creer todo lo que hemos pasado —murmuré, observando a cada uno de ellos mientras bailábamos— Gracias por estar aquí, por estar siempre.

Kol, con su característica sonrisa traviesa, me dio una vuelta mientras reía, y Finn me tomó de las manos, mirándome con esa mezcla de serenidad y devoción que siempre me mostraba. Elijah, con su elegancia serena, me miró como si aún no pudiera creer que después de todo, seguíamos aquí juntos. Y Klaus... Klaus me besó suavemente, su mirada reflejando un amor profundo y eterno.

— Estaba pensando y creo que deberíamos extender la familia aún más.

Mis almas gemelas les gusta la idea de Klaus mientras yo río y niego - No saben lo doloroso que fue ese parto.

Después de un rato, Hope vino corriendo hacia nosotros, abrazándonos con mucha energia.

—¿Qué es todo esto? —preguntó curiosa, mirando cómo bailábamos y reíamos. Su carita se iluminaba al vernos felices.

—Es solo un baile, pequeña —le dijo Elijah, acariciándole el cabello con ternura.

-Yo quiero bailar papi Elijah, algún día voy a bailar con mi novio.

Esta declaración no le gustó para nada a mis esposos que ya tenían una cara de desagrado por lo que me tocó intervenir.

-Si pero hoy vas a bailar con tu mami y tus papis.

Nos miró a todos y se unió a la fiesta, riendo y girando entre nosotros mientras el tiempo parecía detenerse.

Más tarde, ya entrada la madrugada, nos habíamos retirado a la sala para disfrutar de una tranquila velada. Estábamos en la sala, Hope dormía en el mueble apoyando su cabeza en mis piernas, Klaus estaba a los pies de su bebé, Elijah estaba a mi lado, Kol y Finn estaban en el suelo junto a Rebekah, Freya y Marcel, en el otro mueble dormía Davina en la misma posición de hope con su cabeza en las piernas de Jeremy, el aire estaba impregnado de calma y gratitud. Pero justo cuando pensábamos que la paz sería nuestra compañera por siempre, la puerta se abrió de golpe.

Mis almas gemelas junto a Marcel y Freya se pusieron de pie al instante, el que había interrumpido en la sala era Vincent, el poderoso brujo que Finn había poseído por unos meses.

—Vincent, ¿qué sucede? —pregunto Marcel, su tono cambiando de inmediato, de cálido a alerta. El confiaba en Vincent.

Vincent se tomó un momento, sus ojos oscuros escaneando a cada uno de nosotros antes de hablar.

—Tengo malas noticias —dijo finalmente, su voz baja y seria—. He sentido una presencia antigua. Algo muy poderoso... algo que no había sentido en mucho tiempo. Pensé que era mi imaginación pero tres niños desaparecieron. Esta cosa tiene nombre... se llama el vacío, es viejo, más viejo que todos ustedes y muy poderoso.

Las palabras de Vincent cayeron como un balde de agua fría. Nos miramos entre nosotros, procesando la magnitud de lo que acababa de decir. El Vacío... un nuevo enemigo.

Elijah suspiró.

—¿Esto como es nuestro problema? Mi familia por fin está en paz, no me uniré a una pelea que no sabemos si ganaremos, no dejaré que ninguno lo haga.

Vincent solo miro de forma dura a Elijah pero dio un par de pasos.

—Este espíritu es algo que trasciende la vida y la muerte. No se por qué volvió pero se alimenta de la magia y un poder muchas veces proveniente de niños, y la niña que ahora duerme en las piernas de tu esposa es una muy poderosa que no va a pasar desapercibida.

Miré a mis almas gemelas, sintiendo un temor profundo que no había experimentado en años. Esta vez no era solo la vida de mi hija si no la de todos los niños brujos en New orleans.

Este es mi hogar, no pueden solo venir y agarrar nuestros niños.

Marcel tomó mi mano, últimamente se había vuelto muy unido a Hope, estaba enojado, ahora también el bebé de Davina estaría en peligro.

—No vamos a dejar que nada ni nadie nos arrebate lo que hemos construido, esta es mi ciudad, si hay algo que todos saben en esta ciudad es que nadie lastima niños, alguien lo hizo y se va a enfrentar a las consecuencias —dijo, y cada palabra resonó como una promesa.

Vincent asintió.

—Prepárense —dijo, mirándonos con una advertencia implícita—. El Vacío no se detendrá hasta que consiga lo que quiere, así que por el cariño que algunos se han ganado deseo con todas mis fuerzas que no quiera a su hija.

Con una última mirada a mi familia, supe que lo que estaba por venir pondría a prueba todo lo que habíamos aprendido.

La calma había terminado.

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Buenasssss, se que me fui por un buen tiempo pero acá les actualizo seis capítulos, por favor voten y comenten. También hay una nueva historia en mi perfil, es con Sirius black así que les agradecería mucho si la leen y votan♥️

Mikaelson's soulmateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora