Capítulo 12

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Narra Aquamarina

El amanecer se cuela por las ventanas de la habitación y mi abuelo no tarda ni dos segundos en entrar al cuarto

—¡VAMOS ARRIBA TENEMOS MUCHAS COSAS QUE HACER HOY! —exclama dando varias palmadas para despertarnos antes.

Bufo y agarro mi almohada desde atrás para echarmela en la cara y gruñir bajo ella.

Normalmente me levanto de buen humor pero de pensar en que hoy viene un extraño a casa me pasa todo lo contrario. Todo empeora cuando me levanto y al ver mi reflejo en el espejo veo que el colgante de mi madre sigue sin estar en mi cuello.

Rápido me asomo a la ventana y dirijo mi mirada hacia el profundo océano que hay bajo la torre. A pesar de que fijo mi mirada en el fondo no logro encontrar nada que brille. Me paro a pensar en dónde estará el colgante, quizás algún pez se lo haya llevado, un delfín haya jugueteado con el o que la misma arena lo haya enterrado bajo ella.

Suspiro al pensar que todavía no puedo bajar a buscarlo. No sin desayunar y sin hacer las miles de cosas que ha dicho mi abuelo.

Agarro una camiseta larga y ancha de mi armario y unos pantalones cortos, los primero que veo. De los zapatos no tengo que preocuparme, nunca solemos ir calzados.
Maldigo entre dientes delante de cama y luego suspiro al ver mi habitación patas arriba, luego tendré que ordenarla.

 Maldigo entre dientes delante de cama y luego suspiro al ver mi habitación patas arriba, luego tendré que ordenarla

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Agarro también una toalla pequeña y me dirijo al baño mientras que mi abuelo está distraído en la cocina.

Al abrir la puerta pego un pequeño respingo del susto con un medio grito de acompañante.

—¿AQUAMARINA ESTÁS BIEN? —me pregunta mi abuelo desde la cocina.

—Si abuelo, no te preocupes—digo desviando mi mirada hacia el pequeño pájaro gris que hay dando vueltas por el suelo del baño.

—Lo vas a asustar —suena la voz de Ariel por mis espaldas

Como si él no me fuera asustado a mi antes.

Me empuja con sus pequeñas manos hasta lograr que estemos las dos dentro del baño. Luego cierra la puerta a sus espaldas y se agacha para agarrar a la pequeña gaviota entre sus brazos.

—Esto no puede seguir asi. El abuelo se va a enterar y va a ser peor —le digo colocando mi ropa y la toalla en un pequeño taburete junto a la ducha.

Me quito el pijama y me meto en la ducha cerrando la cortina pero antes veo de reojo como mi hermana frunze el ceño de la manera tan exagerada que ella lo hace.

—¿Por que te duchas? —me pregunta aún con el ceño fruncido.

Cuando abro el grifo de la ducha el agua comienzan a caer y rápido agarro el bote de champú.

—¿Para estar limpia?  —digo como si fuera obvio. Aunque yo se perfectamente por donde van los tiros.

—Pero si luego vamos a ir a hacer surf

Y ahí está, justo lo que sabía que iba a decir.
Siempre después de desayunar y estudiar bajamos al mar a hacer surf, es luego cuando solemos ducharnos para dormir.

—Hoy no vamos a hacer surf —le digo mientras cierro los ojos frotándome el champú en el pelo.

—¿Y eso? ¿Es que vamos a ir a la orilla a buscar conchas? ¿O es que vamos otra vez al bosque? Ah ya se, seguro que vamos a jugar a las espadas  justo donde rompen las olas ¿verdad?

—¿Y eso? ¿Es que vamos a ir a la orilla a buscar conchas? ¿O es que vamos otra vez al bosque? Ah ya se, seguro que vamos a jugar a las espadas  justo donde rompen las olas ¿verdad?

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—Ariel... —le regaño con la voz baja para que deje de decir planes a lo loco. Aún mantengo los ojos cerrados.

—Seguro que el abuelo quiere ir en el barco a pescar ¿verdad? Pues yo no me voy a duchar porque ya sabes que siempre me tiro al mar a nadar mientras que el pesca —dice encogiéndose de hombros.

—Ariel hoy tengo que ver a alguien. No podemos hacer planes  —le digo clavando su mirada en ella.

Abre los ojos como platos y se queda boqui abierta.

—¿Vas a salir de aquí? —me pregunta con la voz temblorosa.

Hasta ella sabe que salir de aquí es imposible pero está tan indecisa que por sí acaso pregunta.

—No exactamente— digo volviendo a colocar mi cabeza bajo el agua dejando caer el champú por todo mi cuerpo.

—¿Entonces....?

Se me hace un nudo en la garganta y me quedo sin habla cuando me doy cuenta de que no se como explicarle a mi hermana pequeña que viene un desconocido a la casa.

TorreMuelle ( Gavi )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora