Capítulo 9

265 25 31
                                        

Narra Gavi

Pedri me amenaza agarrándome del cuello de la camiseta y justo cuando voy a defenderme y él ve mis intenciones, Pedri me grita;

— ¡CARLA ESTÁ EMBARAZADA! y tú mira el disgusto que le estas dando, joder —me grita Pedri.

Es cuando al escuchar esto me quedo mirándole fijamente intentando asimilar lo que acaba de decir.

Mi mejor amigo y mi ex novia van a tener un hijo.
Juntos.

Siento como un nudo en la garganta apenas me deja emitir palabra alguna.

De repente escucho como Carla y su hermano salen del coche al escuchar a Pedri decir esto.

—¡TE DIJE QUE NO LE DIJERAS NADA TODAVÍA! —le espeta Carla dando un portazo cerrando la puerta del coche.

—Se me ha escapado. Gavi no paraba de agobiarte ¿qué querias que hiciera? ¿Seguir dejando que lo pases malamente? Sabes que cualquier cosa puede afectar al bebé estas tan sólo de tres meses, Carla.

Intento respirar pero apenas puedo. No he sentido tanto daño desde que  vi a Pedri y Carla besándose a escondidas. No me creo que me hayan podido hacer esto.

Un bebé va a nacer por una traición que me hicieron a mi.

Carla y Pedri siguen discutiendo por haberme contado lo del embarazo. Sus voces pasan a un segundo plano, ya apenas los escucho.

Mi lamento es tan grande que no paro de repetirme en mi cabeza una y otra vez lo ridículo que me siento con todo esto.

Mi mirada se desvía al hermano de Carla que por primera vez me mira con pena y con ojos preocupados. Es como si quisiera abrazarme o preguntarme que como estoy pero sabe que no es el momento.

En segundos comprendo el porqué Juan me mira así. Unas gotas ruedan por mis mejillas, y como un acto reflejo me las limpio corriendo con mi mano.

Estoy llorando.
Y no puedo aguantarme.

Joder.

Y luego nos preguntan el porque nos volvemos fríos.

Pues yo se la respuesta; es porque somos buenos con personas que tocan hasta lo más profundo de nuestra alma y después esas mismas personas nos hacen mierda.

Porque damos todo y luego no recibimos ni la mitad.

Porque dimos lo último de nuestra confianza y no lo valoraron.

Uno se cansa y al final cambia...

Estamos en un lugar donde alrededor de la autovía hay acantilados con un inmenso océano a lo lejos. Al otro lado de la autovía hay bastante árboles y montañas con varias casitas dispersas.

Corro para salir de la autovía hasta llegar a un suelo arenoso y continuó para sentarme en una de las rocas gigantescas que hay al lado del acantilado.

Me quedo mirando al suelo, Carla, Pedri y Juan no tardan en venir hacia mi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me quedo mirando al suelo, Carla, Pedri y Juan no tardan en venir hacia mi.

—No podemos tardar en volver al coche. Dejarlo en doble fila en mitad de una autovía no es buena idea —comenta Pedri mirando al coche.

De fondo se escuchan las olas chocar con las rocas que hay bajo el acantilado.

Yo sigo sin apartar la mirada del suelo arenoso. Me fijo en las pequeñas piedras que lo recubren.

—Gavi... —me dice Carla mientras se agacha para estar a mi altura y mirarme—. Lo siento, pero pensábamos que estabas todavía algo mal por lo que pasó entre nosotros. No es que no quisiéramos contartelo es que... Queríamos protegerte.

No levanto la mirada del suelo a pesar de tener a Carla agachada a medio metro de mi. Por un momento quiero mirarla, quisiera hacerle frente. Pero hacer eso significaria macharme más todavía.

Y creo que ya estoy lo suficientemente roto como para seguir apuñalándome.

Ver al amor de tu vida embarazada de otra persona, más concretamente "tu mejor amigo" duele. Y mucho.

A veces no se si las personas son conscientes del daño que hacen. De lo que causan en ti. El poder que tienen sobre tus emociones es increíblemente poderoso y peligroso. Es como si tuvieran todos tus sentimientos en la palma de su mano y solo bastara con que la cerrasen y apretasen la mano destruyendo y partiendo cada uno de tus sentimientos. Ese poder tienen las personas a las que quieres.

El poder de controlar tus emociones. Es un precio que todos paganos cuando empezamos a querer a alguien.

Un precio por el que estamos dispuestos a sacrificar.

Un precio por el que las mayorías de las personas al final terminamos pagando.

Porque parece ser que el amor mata más que sana.

TorreMuelle ( Gavi )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora