Un Elegido vendrá, nacido sin padre, y a través de él se restablecerá el equilibrio definitivo en la Fuerza.
En toda la galaxia, muchos habían oído la profecía del Elegido. Desde el descubrimiento de Anakin Skywalker, la mayoría de la Orden Jedi est...
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Hiperespacio, 7956 C.R.C
Desde que abandonó Ryloth, tras la muerte del Maestro Di, Kaia le había preguntado varias veces al Consejo si tenían planes de regresar para ayudar a los twi'leks. El problema era que el Consejo Jedi no decidía a dónde iban las tropas, lo hizo el Senado y se mostraban reacios a ayudar a Ryloth a pesar de que eran parte de la República.
La gente de Ryloth sufrió durante mucho tiempo la brutal ocupación separatista, durante un tiempo innecesariamente largo, antes de que los políticos, escondidos en la seguridad de sus elegantes hogares, finalmente decidieran enviar ayuda. Debido a que era la única Jedi con experiencia enla lucha junto a los twi'leks, Kaia había sido elegida para unirse a la misión.
El Gran Ejército de la República estaba planeando una ofensiva audaz para liberar el sistema. Antes de poder hacerlo, necesitaban atravesar el bloqueo aparentemente impenetrable y, si no trabajaban rápidamente, los twi'leks morirían de hambre mucho antes de que su planeta fuera liberado.
Anakin y Ahsoka habían sido los encargados de romper el bloqueo para abrir paso al asalto terrestre de Kaia y Obi-Wan. Kaia tenía plena fe en la capacidad de Anakin para liderar el asalto, pero no estaba del todo de acuerdo con la idea de que Ahsoka liderara el escuadrón de cazas.
No era que no confiara en la padawan, pero Kaia aún consideraba a Ahsoka una niña que no debería estar en una posición en la que tuviera la responsabilidad de la vida de tantos hombres. Ryloth no era exactamente un patio de juegos para niños y, en la mente de Kaia, no era un buen lugar para permitirle a una padawan que dirigiera su lucha.
Lamentablemente, sus dudas se confirmaron cuando Anakin informó que la mayor parte del escuadrón de cazas había muerto. Además de eso, los separatistas los habían atraído a una trampa que destruvó al Redentor antes de que la flotarestante saltara a la velocidad de la luz. Definitivamente no fue culpa de Ahsoka que los hubieran atraído a una trampa, pero definitivamente no había ayudado que ella hubiera seguido los pasos de Anakin y desobedecido las órdenes.
— Nos tomaron por sorpresa, Maestro -explicó Anakin , Obi-Wan y Kaia estaban uno al lado del otro en su nave insignia, observando una imagen del bloqueo que rodeaba Ryloth. Windu, Rex y Anakin estaban de pie frente a ellos en la mesa en forma de hologramas. — Nos superaban en número
