𝐬𝐮𝐧𝐨𝐨 𝐡𝐚𝐫𝐞𝐦
➯ Sunoo nunca pensó que ser el centro de atención de tres vampiros podría ser tan peligroso
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➢ historia 100% mia
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Sunoo no tenía idea de cómo terminó aquí. Honestamente, había planeado pasar una tarde tranquila en casa, tomando una taza de té y viendo algún drama aburrido. Pero cuando decidió salir a despejarse un poco, la vida, como siempre, tenía otros planes. Y ahora se encontraba frente a una fiesta en un lugar que parecía más un castillo embrujado que una reunión social.
---¿Por qué estoy haciendo esto?-----, murmuró para sí mismo, mirando el edificio imponente que tenía delante. "¿Desde cuándo las fiestas nocturnas vienen con sangre en las paredes?"
A pesar de la incomodidad, se obligó a avanzar. Las puertas se abrieron con un chirrido, y el frío dentro del lugar lo envolvió como un abrazo de hielo. No era solo frío, había algo raro en el aire. Como si no estuviera solo, como si los ojos de alguien estuvieran clavados en su espalda.
Fue entonces cuando los vio.
Tres tipos estaban de pie junto a la barra, conversando entre ellos. Al principio, pensó que solo eran chicos guapos, pero algo en su mirada lo hizo sentirse incómodo. Como si no pudiera escapar de la sensación de que los tres lo estaban observando, evaluando algo en él que no comprendía.
---¿Vas a quedarte ahí parado todo el rato?---La voz lo hizo saltar. Se giró y se encontró con un hombre alto, de cabello negro y una sonrisa que parecía más un desafío que una invitación.
---Eh... No, solo estaba pensando en...--- Sunoo tartamudeó. ----¿Dónde está el baño?-----
El hombre lo miró con una sonrisa sutil. "Ven, te acompañaré. Pero asegúrate de no perderte en el camino... no todos los rincones aquí son tan amables."
----Claro----, dijo Sunoo, tratando de no sonar tan nervioso. Pero mientras caminaba detrás de él, la sensación extraña crecía. Algo no estaba bien, y aunque no podía ponerle nombre a ese sentimiento, sabía que no debía estar allí.
----¿Sabes qué?---, dijo el hombre, interrumpiendo sus pensamientos. ----Cuanto más calor hace, menos siento... ¿tú lo sientes también?----
Sunoo no sabía si debería sentirse halagado o aterrorizado. Todo en este lugar era extraño, como si estuviera atrapado en una pesadilla, o tal vez, solo tal vez, algo mucho peor.
----¿Vas a quedarte ahí mirando?----- dijo otro de los vampiros, un chico más joven con ojos rasgados y una expresión fría. ----Ven a jugar con nosotros.----
---Jugar... ¿con ustedes?----, preguntó Sunoo, su voz temblando ligeramente.
El joven solo sonrió de forma inquietante, y antes de que pudiera responder, el tercero, un hombre de aire serio y maduro, se acercó. ----Esto no es un juego, Sunoo--- dijo, como si ya lo conociera de toda la vida.
Sunoo lo miró, confundido. ¿Cómo sabía su nombre? ¿Cómo lo sabían todos ellos?
La pregunta quedó flotando en el aire, como un eco, pero nadie le dio respuesta. Solo sonrieron, como si fuera una broma privada, mientras la sensación de estar atrapado, de ser observado, lo envolvía más.
