tujuh belas

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El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rojizos mientras Sunoo caminaba de vuelta a su casa, reflexionando sobre todo lo que había sucedido en las últimas semanas

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El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rojizos mientras Sunoo caminaba de vuelta a su casa, reflexionando sobre todo lo que había sucedido en las últimas semanas. Aunque el ambiente entre sus amigos siempre había sido relajado, últimamente sentía que las cosas se volvían más... intensas. Las bromas, las miradas, las palabras medio escondidas, todo tenía una capa de tensión que no podía ignorar.

—*¿Me estoy volviendo loco o realmente hay algo raro en el aire?* —murmuró Sunoo para sí mismo, sin darse cuenta de que estaba hablando en voz alta.

—*¿Qué pasa, Sunoo?* —preguntó Jungwon, quien justo se había acercado caminando tras él. No era raro que estuvieran en la misma ruta a casa, pero el tono de su voz no era tan casual como solía ser.

—*Nada, nada... solo pienso mucho.* —Sunoo se encogió de hombros, pero no pudo evitar notar que Jungwon lo miraba con una expresión que no alcanzaba a descifrar.

Jungwon estaba a punto de decir algo cuando un sonido de motor se escuchó a lo lejos, interrumpiendo la conversación. Felix y Jeongin, que venían en su motocicleta, frenaron frente a ellos.

—*¿Qué tal, chicos?* —Felix saludó con su sonrisa de siempre, mientras Jeongin simplemente asintió con la cabeza, observando a Sunoo con una mirada intensa, como si estuviera analizando algo que no terminaba de entender.

—*¿Vas a quedarte mirando o te subes?* —dijo Jeongin con una sonrisa traviesa, invitando a Sunoo a subirse a la moto con ellos.

Sunoo levantó una ceja, sin saber si aceptar o no. Siempre había tenido algo de miedo por andar en motocicleta, pero algo en la forma en que Jeongin lo miraba lo hacía sentir como si no pudiera decir que no.

—*Solo si no vas a matarme en el proceso.* —Sunoo bromeó, pero su tono estaba lleno de nerviosismo.

Felix soltó una risa y le dio un suave empujón a Sunoo.

—*Vamos, no seas tan miedoso. Jeongin es un experto, ¿verdad?* —Felix dijo mirando a Jeongin con una sonrisa burlona.

Jeongin, sin embargo, tenía una expresión completamente seria.

—*Más te vale que confíes en mí, o me voy a ofender.* —su tono fue bajo y algo amenazante, pero aún así había un deje de diversión en sus palabras.

Sunoo dudó un momento, pero finalmente decidió subirse a la moto, aferrándose a Felix, mientras Jeongin arrancaba con un rugido del motor.

El aire nocturno chocó contra su rostro, despeinando su cabello mientras avanzaban rápidamente por las calles de la ciudad. Sunoo se aferraba a Felix, con los nervios a flor de piel, pero el viento le hacía sentir que estaba flotando en otra realidad, lejos de los problemas de siempre.

De repente, Felix le susurró al oído, tratando de que Sunoo lo escuchara por encima del rugido de la moto.

—*¿Sabías que Jeongin tiene un lado oscuro?* —Felix dejó escapar una risita traviesa.

Sunoo lo miró confundido.

—*¿Qué quieres decir con eso?* —preguntó, aunque sabía que no debía tomar a Felix tan en serio.

—*Es todo un misterio, y es divertido hacerle preguntas que nunca contestará.* —Felix bromeó, pero Sunoo no podía dejar de pensar en lo que había dicho.

Cuando finalmente llegaron al destino, Felix y Jeongin aparcaron la moto frente a un pequeño café, una de esas cosas que parecían sacadas de una película de misterio. El lugar era oscuro, con luces tenues y una atmósfera que podría hacer que cualquiera se sintiera un poco inquieto.

—*Este es nuestro lugar secreto.* —Felix dijo, mientras los tres entraban al café. —*Un rincón donde nadie puede molestarnos.*

Sunoo sintió una extraña mezcla de incomodidad y curiosidad. Todo allí parecía fuera de lo común, y el hecho de que Jeongin y Felix lo trajeran solo aumentaba la sensación de misterio.

Mientras estaban sentados, una conversación entre Jeongin y Felix captó su atención.

—*¿Sigues siendo el mismo?* —Felix preguntó en tono suave, pero con un dejo de preocupación en su voz.

—*¿Qué?* —Jeongin respondió de manera más brusca, pero sin perder su calma habitual.

—*Lo que hiciste aquella noche...* —Felix agregó con seriedad, mirando intensamente a Jeongin.

Sunoo frunció el ceño, notando que había algo entre ellos que no comprendía. No fue la primera vez que notaba ese tipo de intercambios entre ellos. Había algo en su relación que no estaba del todo claro.

—*¿De qué están hablando?* —preguntó Sunoo, sin poder evitarlo. No le gustaba sentirse excluido de algo tan... extraño.

Felix le dio una sonrisa juguetona.

—*Nada que debas saber aún, Sunoo.* —dijo, guiñándole el ojo.

Sunoo quería seguir presionando, pero una sensación extraña lo detuvo. Algo en el ambiente de ese lugar, algo en la forma en que Jeongin y Felix interactuaban, lo hacía sentir como si estuviera a punto de descubrir algo que no debería saber. La noche seguía siendo joven, pero ya sentía que todo estaba comenzando a volverse mucho más turbio de lo que había anticipado.

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Vampire's Game.  - Sunoo Harem ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora