sembilan belas

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La mañana llegó tan inesperadamente como siempre, con la luz filtrándose entre las cortinas de la ventana de Sunoo

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La mañana llegó tan inesperadamente como siempre, con la luz filtrándose entre las cortinas de la ventana de Sunoo. Pero hoy, la luz no parecía tan cálida. Era fría, distante, como si el sol mismo no tuviera ganas de brillar. Sunoo se despertó con una pesadez en el pecho, como si la noche anterior aún lo acechara. La sensación de estar observado nunca se fue.

Se estiró en la cama, sus piernas rozando las sábanas, pero algo en el aire lo mantenía inquieto. Algo seguía fuera de lugar. De alguna manera, se sentía más expuesto, más vulnerable, como si algo estuviera al acecho. *¿Qué fue lo que pasó anoche?* No podía dejar de pensar en la figura, en la voz, en ese sentimiento de estar atrapado en un juego sin reglas.

Sin embargo, la vida tenía que seguir, ¿verdad? La rutina. Los amigos. Todo lo que estaba pasando en su vida estaba demasiado lejano de la oscuridad de la noche anterior. O al menos eso intentaba convencer a su mente.

Se levantó de la cama, se estiró, y caminó hacia el baño. Miró su reflejo en el espejo, notando cómo sus ojos aún brillaban con una mezcla de confusión y miedo. Estaba temblando, aunque intentaba disimularlo. *¿Será que estoy perdiendo la cordura?* pensó, mientras se mojaba la cara con agua fría.

Al salir del baño, se puso una camiseta cómoda, unos pantalones y caminó hacia la cocina. Estaba decidido a no pensar más en eso. Pero justo cuando pasó por el pasillo, una sombra rápida cruzó por la esquina de su visión.

Se detuvo en seco. Su respiración se aceleró, pero al girarse, no había nada. Nada más que el pasillo vacío y las paredes frías que lo rodeaban. Apretó los dientes y trató de calmarse. *No te asustes, Sunoo. Estás bien.*

Pero esa voz que había escuchado la noche anterior seguía resonando en su mente: *"Ven a jugar conmigo..."* La forma en que la figura lo miraba... No podía sacarse de la cabeza el hecho de que había algo más en juego. Algo mucho más grande que cualquier cosa que hubiera experimentado.

En ese momento, sintió su teléfono vibrar. Un mensaje de Jungwon.

**Jungwon:** _¿Te veo esta tarde? Oye, ¿todo bien? Estás muy callado últimamente..._

Sunoo suspiró. Agradecía tener amigos como Jungwon que siempre estaban pendientes, pero tampoco quería preocuparlo. No sabía cómo explicarle lo que había pasado. Ni siquiera él mismo entendía lo que había sucedido.

**Sunoo:** _Sí, todo bien. Solo un poco cansado, ya sabes cómo soy. Nos vemos en la tarde._

A pesar de su respuesta tranquila, sus manos temblaban ligeramente mientras tecleaba. Decidió salir a la calle, tomar aire fresco y despejar su mente. Si todo era solo una alucinación o algo relacionado con el estrés, necesitaba solucionarlo antes de que lo consumiera.

Al llegar a la plaza, el ruido familiar de la ciudad lo recibió, pero en algún lugar, entre las voces y los sonidos, Sunoo podía jurar que había algo más. Algo que se deslizaba entre la multitud, oculto a plena vista. Un murmullo apenas audible, una risita burlona en el aire. Su corazón dio un salto.

**¿Quién? ¿Quién está jugando conmigo ahora?**

Fue entonces cuando sintió una mirada fija en él. Al principio, pensó que era otro juego de su mente, pero no. Era demasiado real. Alzó la vista y, en el borde de la plaza, justo en el umbral de las sombras, vio algo que hizo que su piel se pusiera fría. Era una figura, observándolo.

No pudo distinguir bien el rostro, pero su presencia... era inconfundible. Sabía que estaba siendo observado.

Una vez más, la sensación de estar atrapado en algo oscuro y siniestro lo invadió. Pero esta vez, no estaba dispuesto a huir. No iba a dejar que esa sombra, esa sensación de ser perseguido, lo controlara.

**Sunoo**: _¿Quién eres?_

La figura no se movió, pero el aire alrededor de ella parecía cambiar. Era como si todo a su alrededor se hubiera vuelto más denso, más pesado. Una risita suave, casi imperceptible, le llegó al oído.

**"Solo un juego, Sunoo... Solo un juego..."**

Sunoo dio un paso atrás, su mente chocando contra las paredes del miedo y la confusión. ¿Era esto real? ¿O estaba perdiendo el control? Miró alrededor, buscando alguna salida, algo que pudiera darle respuestas, pero las sombras seguían ahí, ocultándose a plena vista.

**"Ven a jugar conmigo..."** La voz retumbó en su cabeza, pero esta vez algo cambió. Ya no era seductora ni intrigante. Ahora sonaba como una amenaza, algo que podría consumirlo si no se mantenía firme.

**"¿Tienes miedo, Sunoo? O... ¿es que ya te has dado cuenta de lo que realmente está en juego?"**

De repente, la figura desapareció, y el aire a su alrededor volvió a su estado normal. El bullicio de la plaza volvió a ser el mismo, pero Sunoo no podía dejar de temblar. Esa sensación persistente de que algo o alguien lo estaba siguiendo no lo abandonaba.

No sabía qué hacer. ¿Cómo enfrentar lo que no entendía? La realidad se estaba desdibujando, y las sombras en las que antes se había sentido seguro ahora lo perseguían. Y la pregunta que le rondaba la cabeza era: **¿Quién lo estaba jugando ahora?**

Sunoo miró hacia las calles oscuras, preguntándose si algún día podría escapar de esa sensación de ser observado. Si alguna vez podría entender lo que estaba pasando. Si solo lo estaba imaginando todo.

Y antes de que pudiera procesar más, una nueva pregunta surgió en su mente: **¿Qué harías tú si fueras él? Si fueras el que está siendo perseguido por las sombras... ¿Te atreverías a enfrentarlas?**

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Vampire's Game.  - Sunoo Harem ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora